Álvaro quiere ser escritor, pero todo lo que escribe es falso, pretencioso, insípido. Trabaja como escribiente en una notaría de Sevilla y su vida es gris, coloreada sólo por sus sueños. Su mujer, Amanda, es todo lo contrario. Siempre ha tenido los pies en la tierra y nunca ha soñado con ser escritora.