El sacerdote en cuestión, capellán de las Fuerzas Armadas en la provincia de Cádiz en el momento de los hechos en 2013, ha aceptado la pena de tres años de prisión antes de celebrarse el juicio por un delito de abuso y agresión sexual contra la mujer de un amigo. El acuerdo ha sido alcanzado entre Fiscalía, acusación particular y defensa del acusado.