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Cómo evitar los insectos durante la época de calor
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Cómo evitar los insectos durante la época de calor

viernes 13 de agosto de 2021, 14:53h

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Cuando llega el buen tiempo, también llegan las temidas plagas típicas del verano. Los insectos, como las moscas, los mosquitos, las hormigas, las cucarachas o las avispas son compañeros casi inseparables en la época de calor.

En algunos casos, son solo algo molestos, pero no pican, sin embargo, en otros casos, sí hay que vigilar las picaduras.

En general, podemos dividir los insectos que pican en dos grandes tipos:

- Los venenosos, como las avispas o las abejas. Pican para defenderse o por instinto, pero no para alimentarse.

- Los chupadores, como los mosquitos, las pulgas y las garrapatas. Se alimentan de sangre y por eso pican a personas y animales.

El riesgo principal de las picaduras de los insectos radica en que pueden transmitir alguna enfermedad grave, tanto a humanos como a animales. Por ejemplo, las garrapatas pueden transmitir la Enfermedad de Lyme que produce fiebre, escalofríos y dolores musculares y, si no se trata, se puede extender al corazón, las articulaciones y el sistema nervioso.

Muchas de las enfermedades transmitidas por estos insectos son ajenas a España y, por lo tanto, poco frecuentes. Es el caso, por ejemplo, del Mal de Chagas, una enfermedad crónica que transmiten las chinches y que es propia de algunos países latinoamericanos. Sin embargo, las molestias de las picaduras y las posibles reacciones alérgicas sí son un riesgo muy real en esta época del año. Según datos que maneja dosfarma, la farmacia online española, en torno al 3 % de la población tiene alergia al veneno de avispas y abejas. La tasa de mortalidad es bastante baja, pero se calcula que unas 3 o 4 personas al año podrían fallecer por este motivo en España.

¿Cuáles son los insectos más frecuentes en España durante el verano?

Mosquitos

Las picaduras de los mosquitos son las más frecuentes. Solo las hembras del mosquito pican a las personas y a los animales y lo hacen para extraer sangre. La reacción se produce porque el mosquito inyecta saliva en la piel cuando extrae la sangre y la piel reacciona con un pequeño bulto y picazón. Hay personas que reaccionan de forma leve a los mosquitos. En cambio, en otras puede aparecer una gran zona roja e inflamada que también duele. Los casos más serios pueden implicar fiebre o ronchas.

Avispas y abejas

Las picaduras de estos animales aumentan mucho en verano, pues es la época en la que están más activos y la gente pasa más tiempo al aire libre. Además, desde hace algunos años se alerta de la aparición de la avispa asiática, una especie invasora que ahora está muy presente en zonas de la cornisa cantábrica y Galicia.

Es especialmente importante tener cuidado con sus picaduras, especialmente los alérgicos. Actualmente, el tratamiento más efectivo para las personas con alergia es la vacuna, que tiene una tasa de éxito cercana al 95 %.

Pulgas

A diferencia de los moquitos, las avispas y las abejas, las pulgas no vuelan, pero sí saltan. Su picadura se parece a la del mosquito ya que también produce picor intenso y deja un pequeño bulto en la piel. Además, suelen aparecer varias picaduras en una línea y dejan restos de sangre en la ropa o en las sábanas.

Garrapatas

Solo en España hay más de 20 especies de garrapatas y se ha registrado un aumento en las picaduras durante este verano en varias comunidades autónomas. En general, su picadura es indolora y produce pocos síntomas: enrojecimiento, hinchazón o una pequeña llaga en la piel. Las garrapatas son especialmente peligrosas para los animales ya que se quedan enganchadas en la piel y pueden transmitir a los perros distintas enfermedades, como la babesiosis o la ehrlichiosis.

Chinches

Sus picaduras se confunden fácilmente con las de las pulgas o las garrapatas. Dejan una pequeña mancha roja en la piel, ligeramente más oscura en el centro. También aparecen varias juntas, en línea o en grupo. Quienes experimenten una reacción alérgica pueden sufrir picazón, ampollas o incluso urticaria grave.

Mosca negra

Este insecto se parece al mosquito y está presente en regiones como Cataluña, Aragón o Madrid. Su mordisco es muy doloroso y suele obligar a acudir al médico. Al morder, inyecta una sustancia anestésica que hace que no sintamos dolor en ese mismo momento; sin embargo, su saliva produce las reacciones alérgicas. Una vez pasado el efecto analgésico, aparece el dolor y, en los casos más graves, cansancio, dolor de cabeza o fiebre.

Cómo evitar y curar las picaduras en verano

Es casi imposible huir de los insectos cuando llegan las altas temperaturas. Sin embargo, hay varios consejos que podemos seguir para evitar las molestas y, en algunos casos, peligrosas picaduras.

Consejos para reducir la aparición de insectos, el riesgo de picaduras y cómo tratarlas:

1. Evitar las zonas de agua

Los insectos se acumulan donde se estanca el agua. Por ejemplo, los mosquitos usan las zonas con agua para depositar los huevos. En cambio, otros insectos, como la mosca negra, prefieren las zonas de agua corriente, como los ríos.

2. Usar ropa ligera y de colores claros

Para prevenir las picaduras, lo mejor es evitar llevar la piel expuesta. Por ello, siempre que se pueda, es recomendable usar ropa ligera y de colores claros que cubra lo máximo posible, especialmente por las noches, que es cuando más actividad tienen.

3. Proteger a nuestras mascotas

Los animales son los otros grandes afectados. Hay distintos tipos de productos antiparasitarios para ellos que pueden combinarse entre sí para una protección más completa, especialmente si van a estar al aire libre: collares, pipetas y espráis repelentes.

4. Llevar siempre repelente

El repelente debe ser nuestro compañero inseparable durante el verano, especialmente para los niños y si vamos a pasar tiempo al aire libre y en zonas con vegetación. En el caso de la mosca negra, los más efectivos son aquellos que contienen Dietiltoluamida (DEET) con una concentración mínima del 45 %.

5. Tener plantas que repelan los insectos

Por ejemplo, la citronela es una de las más eficaces contra todo tipo de insectos, pero hay muchas más: albahaca para los mosquitos y las moscas, lavanda para las pulgas, menta para los mosquitos y las hormigas o romero para mosquitos y polillas.

6. Tomar un extra de vitamina B

Poca gente sabe que la vitamina B es capaz de repeler los mosquitos. Por lo que, tomar alimentos ricos en este nutriente como arroz, legumbres, hígado, salmón, sardinas, huevos, cereales integrales y verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, brócoli) o multivitamínicos que lo incluyan consiguen que el sudor se vuelva más ácido y desprenda un olor que resulta desagradable para los insectos.

7. Cómo tratar las picaduras

Si ya nos han picado, lo primero que debemos recordar es no rascarnos para evitar posibles infecciones. Hay que lavar la zona con agua y jabón y poner un poco de hielo para bajar la inflamación. Después, se puede aplicar una pomada o crema para aliviar el picor. Si continúan las molestias, se puede recurrir a una pomada o crema antiinflamatoria o antihistamínica.

En el caso de las garrapatas, hay que tener cuidado a la hora de retirarlas porque se quedan enganchadas en la piel. La mejor forma de hacerlo es con unas pinzas pequeñas, como las que se usan para depilar, y agarrarla lo más cerca posible de la piel para no aplastarla. Hay que tirar de ella hacia arriba, lentamente, hasta que se desenganche. Después, hay que lavarse bien las manos, limpiar la zona con agua tibia y jabón y curarla con alcohol sanitario o povidona yodada.

Pasamos mucho tiempo al aire libre durante el verano: en la playa, en la piscina o en el campo, por lo que se multiplican las posibilidades de sufrir picaduras. El riesgo más importante es la transmisión de enfermedades. Muchas de ellas son más propias de climas tropicales y solo se han detectado algunos casos importados en nuestro país (fiebre amarilla, zika o dengue, por ejemplo). No obstante, cada vez más se alerta de la presencia de nuevas especies de insectos que no son típicas de nuestro clima, por lo que no podemos ignorar el riesgo. Además, un porcentaje bastante importante de gente es alérgica al veneno de avispas y abejas, y muchas no lo saben hasta que sufren la primera picadura. Recomendamos extremar las precauciones y prevenirlas, principalmente llevando repelente a las escapadas al aire libre.

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