En relación al grado de consumo y al posible cese del mismo durante el confinamiento, la encuesta de la Semana Sin Humo de este año, extraordinariamente disponible hasta el próximo 31 de mayo, ha incluido varias cuestiones sobre tabaquismo y COVID. Precisamente, una de ellas pregunta a los médicos de familia si han detectado relación entre el confinamiento y la prevalencia de tabaquismo en España.
“Los comportamientos de los fumadores durante este periodo, consumos o ventas de elaboraciones de tabaco, permitirán extraer estimaciones válidas analizadas convenientemente con tiempo suficiente”, señala Emilio Salguero, coordinador de la Semana Sin Humo.
Evidencia existente entre tabaquismo y eventos adversos en COVID19
En esta revisión de la evidencia, según señalan desde el grupo de Abordaje al Tabaquismo, los antecedentes orientan sobre la peligrosa relación que puede tener fumar en tiempos de COVID- 19. Los primeros estudios han demostrado que, por ahora, el único mecanismo de entrada del SARS- CoV-2 es un receptor muy específico: el llamado ECA 2, que se encuentra especialmente presente en el epitelio del aparato respiratorio.
“El dato preocupante, señalan desde el Grupo de Abordaje al tabaquismo de la semFYC, es que se ha demostrado en estudios histológicos que la expresión de estos determinados receptores es mayor (hasta un 25%) en pacientes fumadores. Incluso en exfumadores recientes esta expresión es mayor que en no fumadores, aunque menor que en fumadores activos”. De este modo, la mayoría de los estudios y revisiones de las diferentes series de casos, apuntan a que los fumadores con enfermedad COVID-19 tienen peor pronóstico.
El Grupo de Abordaje al tabaquismo de la semFYC señala que hay estudios que aseveran que los fumadores son 1,4 veces más propensos a tener síntomas más severos de COVID-19; y son aproximadamente 2,4 veces más sensibles a ingresar en UCI, a necesitar respiración asistida o a morir, comparado con no fumadores. En otra revisión más reciente se definen los 3 principales factores de riesgo para desarrollar una condición crítica o mortal en COVID-19: ser varón, tener más de 65 años y fumar. Por último, en un metaanálisis publicado online el pasado 11 de mayo, los autores concluyen que, según sus análisis, fumar es un factor de riesgo de progresión de la COVID-19, de modo que los fumadores tienen casi dos veces más posibilidades de progresión severa de la enfermedad que los no fumadores.