Este ácido graso es el componente principal del aceite de oliva y es responsable de muchas propiedades saludables. El ácido oleico se produce a través de la dieta y la síntesis en el propio organismo. De esta forma, es el ácido graso monoinsaturado (MUFA) más abundante en la dieta humana.
La dieta mediterránea es la más reconocida para la prevención de enfermedades y el envejecimiento. El olivo (Olea europaea L.) es común en la cuenca mediterránea y el aceite de oliva, que se extrae de su fruto, es el nutriente más característico y la principal grasa de esta dieta, que se caracteriza también por un alto consumo de verduras, un consumo moderado de pescado, un consumo bajo-moderado de lácteos, un consumo bajo de carnes rojas y un consumo moderado de vino.
El ácido oleico es el principal MUFA en el sistema circulatorio humano. En el cerebro, es un gran componente de los fosfolípidos de la membrana y es muy abundante en las vainas de mielina de las neuronas. Se ha observado una disminución significativa de ácido oleico en los cerebros de pacientes con trastornos depresivos mayores y enfermedad de Alzheimer.
Como todos los ácidos grasos libres, el ácido oleico tiene como función principal ser una molécula energética y un elemento de las membranas celulares. Uno de sus efectos más característicos es su capacidad antioxidante, ya que puede regular directamente tanto la síntesis como la actividad de las enzimas antioxidantes. Otra propiedad beneficiosa es su efecto hipocolesterolémico: disminuye la expresión de proteínas relacionadas con el transporte de colesterol, disminuyendo la absorción de colesterol, previniendo así la aterosclerosis.
El ácido oleico también se reconoce como una molécula anticancerígena debido a los efectos de inhibición de dicho nutracéutico sobre la sobreexpresión de oncogenes y sus efectos sobre la muerte celular programada. Además, el ácido oleico generalmente se considera una molécula antiinflamatoria, aunque esta cualidad es aún objeto de debate en la comunidad científica.
Por otra parte, la oleoiletanolamida, un derivado del ácido oleico, presenta por sí solo efectos antiinflamatorios y antioxidantes, y actualmente se ha propuesto como un potente agente terapéutico para el tratamiento de la obesidad. Esto refuerza las características beneficiosas que presenta el ácido oleico para la salud. Las nuevas investigaciones sugieren que puede influir en los mecanismos epigenéticos (modificaciones directas del ADN y de las proteínas asociadas al mismo) y en la modulación del sistema inmunitario, concretamente regulando aquellas células implicadas en un desarrollo de la inflamación.
Por último, los autores de este estudio han observado que la mayoría de los trabajos en los que se estudia el aceite de oliva se han realizado en animales, por lo que alertan de la necesidad de desarrollar más investigación para confirmar las importantes propiedades demostradas por esta molécula y su derivado, la oleoiletanolamida, en humanos.