l Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en conjunto con la Cooperación Francesa de la Embajada de la República de Francia, aplicará un estudio para conocer las afecciones que aún persisten en la salud mental de la población, cuando se cumplen más de dos años y medio del inicio de la pandemia.
El estudio corresponde a la segunda etapa de una investigación realizada en el año 2020, en la cual se estableció que la pandemia por COVID-19 afectó en sobremanera la salud mental de la población costarricense, y que era de urgencia fortalecer los servicios públicos de atención en salud mental, particularmente para los grupos más afectados y vulnerables. La iniciativa de investigación es liderada por los investigadores del IIP, Ana María Jurado y Benjamín Reyes.
La primera fase constó de 20 meses de estudio, 23 personas investigadoras de la Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED); con la cooperación de la Universidad de Salamanca, la Universidad de Valencia, la Universidad de Davis, de los Estados Unidos; así como del Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social, el Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica y la Fundación Friedrich Ebert.
Según el estudio multidisciplinar realizado en el 2020, las mujeres jóvenes (entre 18 y 25 años) de las zonas costeras del país, con ingresos económicos limitados y bajo nivel educativo fueron las más afectadas. Además, del total de la muestra, 2 163 personas consultadas; el 70% expresó tener tristeza, ansiedad o enojo; 65% cansancio y fatiga; 62% trastornos del sueño; 58% reportó problemas de concentración; 55% miedo al futuro; 51 % mucha inquietud; y 45 % se sentían solas.
Para la experta del IIP, Ana María Jurado Solórzano, “los resultados de este primer estudio eran esperables”, y ahora con esta segunda fase, se quiere detectar cuáles efectos permanecen latentes en la salud mental de la población costarricense despúes de dos años.
“Queremos saber si la población y, en este caso la muestra que vamos a consultar, sigue presentando y en qué medida, los problemas en salud mental que tenían claramente establecidos en el 2020. Es decir, queremos conocer qué aspectos la población consultada ha superado y logrado afrontar y cuál ha sido el impacto que tuvo al final la pandemia y cuántas de las personas consultadas quedaron con afectaciones en su salud mental de manera crónica”, declaró la académica.
De acuerdo con el experto del IIP, Benjamín Reyes, esta segunda etapa del proyecto se propone conocer las respuestas de la población sobre afectaciones como el estrés agudo y de afrontamiento resiliente, aunado a detectar la persistencia en la población consultada de indicadores de estrés postraumático y otros aspectos como satisfacción de vida y gratitud, por mencionar algunos.
“La información que vamos a obtener nos va a permitir ver cómo esto varía en función de variables sociodemográficas. Por ejemplo, en el estudio anterior se había visto que más impacto en salud mental en mujeres, en zonas costeras y en los estratos socioeconómicos más bajos. Entonces, este seguimiento nos va a permitir conocer los cambios con base en el estudio anterior”, agregó el investigador.
El experto enfatiza en que los resultados de este segundo estudio, eventualmente puedan ser tomados en cuenta por los tomadores de decisiones, para la generación de políticas públicas, y que no se trate exclusivamente de un ejercicio académico, sino que sea de utilidad para la sociedad en general. El estudio está dirigido a población costarricense mayor de 18 años, sin exclusión, y se realizará a través de una encuesta telefónica.