Si la aplicamos una vez a la semana es una forma ideal de tratar la piel y combatir alguno de sus problemas más recurrentes: falta de hidratación, exceso de sebo o grasa, tono apagado, líneas de expresión marcadas, necesidad de una limpieza profunda. En el mercado hay muchas mascarillas faciales para todos los gustos y necesidades de cada tipo de piel. Pero puedes preparar tus propias mascarillas caseras, que son igual de efectivas que las compradas y además, son mucho más económicas.
Si tienes una planta de aloe vera en casa, no sabes la suerte que tienes. Se usa hoy en día para todo y cada vez hay más gente que quiere hacerse con una maceta de esta planta. Entre las múltiples propiedades de esta planta están las de ser un excelente limpiador facial. Las partículas que hay en su interior son muy nutritivas.
Corta una de las “hojas” saca toda la piel. Pon en la licuadora el trozo ya pelado y añade azúcar y jugo de limón. Bate a velocidad media y sirve la mezcla en un recipiente. Aplica con cuidado en la zona de la cara haciendo una capa uniforme.
Es muy sencillo hacer una máscara facial para limpiar el rostro sin necesidad de comprar grandes cremas. Estos productos suelen ser básicos que siempre hay en la nevera por lo que no tendrás que salir a buscar ningún ingrediente.
El café nos hace despertar por las mañanas, y también nos ayuda a subir la tensión en caso de una bajada. ¡Además es un excelente desatascador de tuberías! Pero, ¿sabes que también puedes hacer una mascarilla para la cara con café? Toma nota.
Utiliza los restos de café que te han sobrado en el desayuno y mezclar con leche hasta conseguir un espesor parecido al de un yogur. Cuando hayas acabado, ponla en la cara con cuidado y masaje durante aproximadamente 20 minutos. Esta mezcla abre los poros por lo que le limpia en profundidad las impurezas, dando a la cara un brillo radiante. Las zonas donde más puedes aplicar esta “crema” son la nariz, la barbilla y la frente. Después aclara la mezcla de la cara con agua templada y seca bien.
El kiwi es una fruta con muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud. Para el corazón, es bueno para prevenir el cáncer, fuente de ácido fólico, por lo que se utiliza mucho en el embarazo y durante la lactancia.
Esta es otra de las exfoliantes que puedes fabricar. Pela un kiwi y aplástalo con una cuchara hasta que quede una especie de papilla. Con el rostro lavado y seco, aplica la crema de kiwi mientras masajeas y deja que actúe durante 20 minutos.
La mascarilla de pepino es la más famosa. Seguro que en alguna ocasión has cortado dos rodajas de pepino y te las has puesto cubriendo los ojos junto a una mascarilla exfoliante. Pues bien, aquí te dejamos la receta.
Pon en la licuadora o en el vaso de la batidora los trozos del pepino. Durante algunos segundos licua bien y añade zumo de limón hasta que veas que la mezcla es la adecuada. Pon en un recipiente la mezcla y aplica en la cara, evitar zona de los ojos y la boca. Ahora relájate y deja actuar durante 15 minutos. Para quitar los restos solo tienes que enjuagarte bien con agua muy fría.
Dentro de estas mascarillas caseras hay dos tipos: las que se elaboran con miel y las de limón. Las mascarillas de yogur ayudan a eliminar el acné, hidratar, dar brilla y suavizar la piel. Además el ácido láctico sirve para aliviar el picor en casos de irritación.
Para hacer la mascarilla de yogur con miel, en primer lugar, lavaremos bien la cara y pondremos en un recipiente 3 cucharaditas de yogur sin azúcar. Removeremos la mezcla y la aplicaremos en el resto. Se debe dejar actuar alrededor de 20 minutos.
La cáscara de huevo tiene muchas propiedades. Contiene el 95% de calcio. Además, la cáscara es rica en proteínas, magnesio, selenio, estroncio y otros ingredientes que ayudan al mantenimiento óseo. De ahí que sea muy beneficiosa para problemas de osteoporosis.Rica en minerales y ayuda en la eliminación del colesterol y problemas de presión arterial (hipertensión) y no debemos olvidarnos de que tiene altos niveles de zinc, cobre, fósforo y cromo.
La mascarilla es muy sencilla de realizar. Solo tendremos que poner dos cucharadas de yogur, una cucharada de cáscara de huevo triturada y otra cucharada de zumo de un limón.
Tritura las cáscaras ayudándote de un mortero y añade dos cucharadas de yogur. Mezcla bien y añade e jugo del limón. Para aplicarla bastará con poner en la cara la mascarilla y dejar actuar durante cinco minutos. Puedes realizar un masajeo mientras la tienes puesta y después aclara con agua tibia.
La miel es rica en sales minerales, vitaminas y aminoácidos, lo que le hace que sea también calmante y purificante. Esta mascarilla te ayudará a iluminar y calmar tu piel. Bate una clara de huevo, añade una cucharada de miel y media de zumo de limón. Incorpora una cucharada de yogur y mézclalo todo hasta conseguir una pasta homogénea.
El aguacate hidrata y protege la piel de las agresiones externas gracias a sus proteínas y vitaminas. ¿Cómo preparala? Tritura medio aguacate con unos trocitos de plátano hasta obtener una mezcla homogénea. Añade una cucharaditade miel y remueve la mezcla.
La avena tienen propiedades calmantes y suavizantes y es ideal para pieles apagadas. Mezcla unos copos de avena con un poco de agua caliente. Cuando los copos se hayan hinchado, añade una cucharada de yogur y remueve la mezcla hasta que quede homogenea.
La clara de huevo es un alimento rico en proteínas que puede venir muy bien a pieles maduras. Bate una clara de huevo hasta que tenga una textura de mousse. Añade zumo de medio limón y una cucharadita de aceite de argán o de oliva.
Prepara una infusión de manzanilla. Añade un puñado de cilantro y tritura la mezcla.
Ideal para exfoliar y luchar contra los puntos negros. Mezcla una cucharada de aceite de oliva con zumo de medio limón.
Una mascarilla hidratante y con efecto tensor. Tritura dos zanahorias, añade zumo de medio limón y dos cucharadas de yogur.