En España, según datos del 10 de mayo al 13 de agosto, un 4,4% de los menores de 2 años positivos para SARS-CoV-2 requirió hospitalización, un 0,3% ingresó en la UCI y un 0,1% falleció.
En los grupos de edad de 2 a 4 años y de 5 a 14 años, estos porcentajes fueron inferiores. No obstante, un 1,1% y un 0,9%, respectivamente, fueron hospitalizados y un 0,1% en ambos grupos ingresó en la UCI.
Una complicación de la covid-19 en niños es el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico vinculado al SARS-CoV-2 (SIM-PedS), también conocido como MIS-C o MISC-C por sus siglas en inglés.
No se dispone de una definición concreta, pero desde el punto de vista clínico y analítico es similar a otras patologías como la enfermedad de Kawasaki, el síndrome de shock tóxico o síndromes de activación macrofágica.
Se ha planteado que es una alteración de la regulación inmunitaria provocada por el SARS-Cov-2 y no un efecto directo del virus. Y es que, el SIM-PedS puede ser grave, con miocarditis y shock cardiogénico, y con frecuencia es necesario el ingreso de los pacientes en una UCI pediátrica (UCIP).
El SIM-PedS es un síndrome complejo y multiorgánico que requiere un abordaje multidisciplinar. Sin embargo, su diagnóstico y tratamiento no están bien establecidos.
Por este motivo, la Asociación Española de Pediatría (AEP) formó un grupo multidisciplinar de expertos de diferentes subespecialidades pediátricas (cardiólogos, intensivistas, infectólogos, pediatras hospitalarios, reumatólogos y pediatras de urgencias), con el objetivo de crear un documento de consenso sobre el SIM-PedS.
El resultado ha sido un documento en el que se contemplan los distintos aspectos del diagnóstico, la estabilización y el tratamiento del SIM-PedS:
Se comentan las diferentes opciones terapéuticas: tratamiento inmunomodulador (inmunoglobulina intravenosa, corticosteroides sistémicos, anakinra, infliximab y tocilizumab), tratamiento antiviral (remdesivir), tratamiento antitrombótico, aspirina y tratamiento de rescate con oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO).
Por último, las dieciséis recomendaciones resumen el contenido del documento. La primera recomendación es: «todo paciente con sospecha de SIM-PedS deberá ser ingresado en un centro hospitalario que permita un abordaje pediátrico multidisciplinar».
Se incluyen varias tablas. Una de ellas presenta las definiciones del SIM-PedS por la OMS y otras organizaciones. La segunda incluye los datos clínicos y analíticos más frecuentes La tercera muestra las pruebas complementarias recomendadas y las alteraciones más comunes en el SIM-PedS. La cuarta y última contiene la posología y las precauciones para el uso de inmunomoduladores y antivirales.
Los autores del consenso han diseñado además una figura en la que se resume el tratamiento hospitalario de los pacientes con SIM-PedS. Los diferentes apartados son la identificación y acogida, las medidas de aislamiento, la monitorización y el tratamiento de soporte y valoración cardiaca, además de la conducta a seguir según el resultado de las pruebas cardiacas. La figura incluye los criterios de ingreso en una UCIP, los criterios de traslado si no se dispone de UCIP y los criterios de alta. Una segunda figura del documento es un algoritmo para el manejo hemodinámico del paciente con SIM-PedS