Esta cifra tan alta lleva a la Dirección General de Tráfico a poner en marcha desde hoy y hasta el próximo domingo 22 de septiembre una nueva campaña de vigilancia y concienciación de los peligros que suponen las distracciones al volante.
Esta intensificación de la vigilancia realizada por Tráfico en las vías interurbanas también se realiza en el ámbito urbano, ya que se invita a las policías municipales de numerosos ayuntamientos, a llevarlas a cabo en sus respectivos ámbitos de actuación y a las que la Dirección General de Tráfico agradece su aportación a la seguridad vial.
A la vigilancia que realizan los agentes de tráfico a pie de carretera desde hace meses, la DGT utiliza medios automatizados para controlar este tipo de infracción. Actualmente dispone de 216 cámaras que están instaladas en las carreteras y en las que se puede constatar si el conductor hace uso del móvil.
Uno de los principales motivos que genera la distracción del conductor es la utilización del teléfono móvil durante la conducción. Su uso multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente y el riesgo es equiparable a la conducción con exceso de alcohol.
El Proyecto ESRA (Encuesta europea sobre las actitudes de seguridad de los usuarios de la carretera) realizada en 2015 destaca que la mayoría de los encuestados son conscientes de que hablar por teléfono mientras se conduce tiene efectos negativos en la conducción y que eso aumenta el riesgo de sufrir un accidente. Pese a esa alta percepción de riesgo, un gran porcentaje de conductores declara que utiliza el teléfono móvil mientras conduce, tal y como se recoge en el gráfico. Estos porcentajes son particularmente altos entre los conductores hasta los 34 años.
Un conductor que habla mientras conduce…
Los tipos de accidentes más frecuentes debidos a distracciones son la salida de la vía, el choque con el vehículo precedente o el atropello.
Ante estas circunstancias, la DGT hace un llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos (conductores o no) para:
La Ley de Seguridad Vial considera infracción grave conducir utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación, así como, conducir utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente a la conducción.
Estas infracciones suponen una sanción económica de 200 euros y la pérdida de tres puntos.