Ir al gimnasio está de moda. Así lo refleja una rápida radiografía del sector, que ya cuenta con una variable extensa y notoria de diferentes modelos de negocio. Desde clubs ‘low cost’ a establecimientos de fitness en aeropuertos, pasando por productos milagro y entrenadores personales sin formación.
Si enero es el mes de los buenos propósitos, septiembre y octubre son los meses de los buenos intentos. No es una novedad que los españoles se apunten al gimnasio a principios de curso en un arrebato por ''mejorar su estado de salud'' tras el verano. Sin embargo, los expertos están en alerta por la proliferación de 'profesionales' sin formación específica y de cadenas ‘low cost’ con contratos con letra pequeña.
Formación y atención, primordiales
Incluso algunas entidades públicas como el Portal de Consumidor de la Comunidad de Madrid advierten a los posibles clientes de los gimnasios que se ‘‘compruebe que en el contrato que firma con el gimnasio no exista ninguna cláusula que pueda considerarse como abusiva’’.
Es este mismo portal el que advierte también sobre una nueva tendencia en el ámbito deportivo, la proliferación de profesionales del deporte que se presentan como monitores o entrenadores personales sin garantías. ''Pida referencias sobre los monitores'' e ''infórmese sobre la cualificación que poseen para realizar dichas actividades'', anotan.
Y es que si esta nueva modalidad de ponerse en forma está de moda, también debería estarlo una formación en personal trainer y coach deportivo que garantizara un servicio seguro.
Es con una titulación profesional con lo que los trabajadores del sector deporte, que ya acumula más de 34.000 empresas dedicadas a ello, pueden garantizar que el servicio que ofrecen tiene garantías y están acreditados para ejercer. Así lo apoyan otras entidades como la Asociación General de Consumidores que también recuerda que ''para garantizar resultados y descartar problemas físicos'' se deben consultar ''profesionales especializados''.