Con esta campaña se pretende concienciar a toda la población de la importancia que tiene para la salud reducir el consumo de azúcar en la dieta habitual, señalando que no es necesario consumir elevadas cantidades. Así, se impulsa a hacer elecciones de alimentos y bebidas con menos azúcar, menos grasas y menos sal para conformar una dieta más saludable, adecuada, variada y equilibrada que ayude a tener una mejor salud.
Para ello es importante también, consumir más productos frescos como frutas y verduras, y más legumbres y pescados, entre otros, que, junto con la práctica de ejercicio físico diario, contribuyan a prevenir la obesidad y otras enfermedades relacionadas.
Estos son los mensajes clave de la campaña:
Es muy importante que el consumidor consulte siempre el etiquetado nutricional de los alimentos y así conozca las propiedades nutritivas y la composición de los alimentos y bebidas que forman parte de su dieta habitual.
La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar el consumo de azúcares libres o añadidos a menos del 10% de la ingesta calórica total, lo que supone un máximo de 50 gramos al día.
Según la Encuesta Nacional de Consumo de alimentos y bebidas, Encuesta ENALIA, realizada en 2012-2014 por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) dirigida a población infantil y adolescente (6 meses a 17 años), la ingesta media (mediana) de azúcares totales (es decir, monosacáridos y disacáridos intrínsecos y añadidos) es de 95,1 g/día, lo que supone el 21.5% de la energía total diaria.
Por otro lado, según otra Encuesta ENALIA 2, también realizada por la AECOSAN en 2013-2015 y dirigida a población adulta, anciana y una submuestra de mujeres embarazadas (18-75 años), la ingesta media (mediana) de azucares totales en adultos es de 78,1 g/día, y muy similar al del colectivo de embarazadas (81,4 g/día), lo que supone el 19% de la energía total diaria.