El verano está a la vuelta de la esquina y con él las largas jornadas disfrutando del sol. Por ello, es necesario conocer los riesgos que conlleva la exposición prolongada y qué pautas seguir para evitarlos. Los expertos de la prestigiosa Clínica Tufet de Barcelona nos aportan consejos para poder disfrutar del sol y conseguir un bronceado 100% saludable, mientras se protegen las células de la piel de los efectos nocivos de los rayos solares.
¿Qué efectos nocivos tiene el sol sobre las células de la piel?
El sol emite tres tipos de radiaciones que afectan de forma directa a la piel: infrarroja, visible y ultravioleta. Son los rayos ultravioleta (UV) los que actúan sobre las células de la piel y pueden dañar la cadena del ADN. Desde la Clínica Tufet nos explican qué efectos nocivos tiene el sol sobre la piel:
- Acelera y aumenta la aparición de los principales signos de envejecimiento de la piel
- “Deja la piel como un papel”: La piel adelgaza por la disminución de las células de la epidermis y la dermis, al disminuir de la grasa subcutánea.
- Pérdida de firmeza al disminuir la producción de elastina (que da flexibilidad) y por la disminución del colágeno (que da cohesión y dureza) produciendo un descolgamiento de la piel.
- Aparición de manchas: los melanocitos que confieren la uniformidad en la pigmentación se desorganizan y se agrupan generando las manchas de la edad.
- Sequedad por disminución del número de glándulas sebáceas, que provoca que la piel esté más áspera.
- Cáncer de piel
Consejos expertos para un bronceado saludable
El Dr. Jaime Tufet, miembro de la SEME y Director de la Clínica Tufet nos explica qué consejos seguir para obtener bronceado saludable, sin riesgos para la piel:
- Antes de la exposición solar es imprescindible revisar las manchas y las pecas para descartar cualquier posible lesión.
- Preparar la piel antes de tomar el sol: es aconsejable que la piel esté bien hidratada y que se realice un peeling revitalizante que engrose la epidermis, nutriéndola y protegiéndola de los efectos secundarios del sol.
- Aumentar la aportación de antioxidantes para combatir los radicales libres que deterioran y envejecen la piel a través de una alimentación sana, abundante en vitaminas B, C y E.- Los primeros baños de sol deben ser progresivos y realizarse a horas en las que la radiación sea moderada, es decir, a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde.
De esta forma se evitarán las quemaduras solares. Hay que tener en cuenta que entre las 11h y las 17h el sol es más peligroso, con lo que se debe evitar la exposición durante estas horas.
- Utilizar protectores solares en crema o gel, y comprimidos de protección solar ricos en betacarotenos. También hay que tener en cuenta que hay que reaplicar el protector solar cada dos o tres horas y siempre después de los baños.
- La protección física con sombreros, gorras, pamelas, pareos, etc. es muy recomendable cuando se expone al sol durante tiempos prolongados.
- Hidratar el cuerpo por dentro, bebiendo abundantes líquidos (agua, zumos, etc.) y evitar el consumo de alcohol. Y también hidratar el cuerpo por fuera con agua termal.
- No olvidar el cuello y el escote, ya que son zonas que a menudo pasan desapercibidas en los cuidados, y a las que hay que extender todas las precauciones.
- Extremar las medidas de precaución con la ingesta de algunos medicamentos, como ciertos antibióticos que pueden pigmentar la piel.
- Tras la exposición solar, hay que nutrir y calmar la piel, mediante cremas regeneradoras, nutritivas, mascarillas de factores de crecimiento epidérmico o de vitaminas.
Por su lado la Dra. Olga Hernández de la Unidad de Nutrición de la Clínica Tufet nos aporta pautas para un bronceado saludable a través de la alimentación:
- Aumentar el consumo de frutas y verduras de temporada como son: fresas, cerezas, albaricoques, ciruelas, frambuesas, melocotón...
- Seguir una dieta rica en Omega 3 y antioxidantes (ricos en Vitamina A, E, y C). Los antioxidantes ayudarán a estabilizar los radicales libres y el Omega 3 ayudará a activar el - Eliminar todo tipo de alimentos refinados, procesados y altos en azúcar.
- Eliminar lácteos y más en concreto los desnatados ya que la grasa que eliminan es sustituida por azúcar
- Evitar las cocciones a altas temperaturas, que ayuda a disminuir los radicales libres.
- Es importante una correcta hidratación con agua, zumos, etc.
- En definitiva, consumo adecuado de proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas. colágeno de la piel
- Aumento de grasas saludables ricas en Omega 3: atún, bonito, sardinas, salmón, etc.
- Disminuir la proteína animal procedente de las carnes y aumentar el consumo de proteína vegetal procedentes de las legumbres
- Aumento del consumo de alimentos ricos en vitamina D y A, como son: las verduras de hoja verde, las almendras, las zanahorias, las berzas, los guisantes, las papayas, etc.
- Tomar jengibre y té verde que ayudan a la digestión y a los procesos antiinflamatorios.