Alrededor del 40% de los viajeros experimentan diarrea durante o poco después de su viaje al trópico. La mayoría de las veces la diarrea no es un problema grave porque el cuerpo acaba acostumbrándose a los cambios de microorganismos y de medio ambiente, pero pueden provocar cambios en el itinerario del viaje y en el 30% de los casos la necesidad de quedarse en cama por 2-3 días.
Durante el viaje, se debe buscar ayuda médica en caso de diarrea y particularmente si hay sangre en las heces, vómitos repetidos, fiebre o si aparecen otros síntomas. Si no se puede consultar a un médico, o en espera de hacerlo, el recurso del autotratamiento es una opción válida, pero en ningún caso debe exceder de 48 horas antes de asistir a una consulta médica.
Es la medida básica y fundamental. El tratamiento de la diarrea del viajero consiste básicamente en reponer líquidos y mantener una dieta apropiada. La rehidratación oral (sobres de rehidratación oral) previene la deshidratación y es básica en los niños y personas de edad avanzada. Existen preparados comerciales de fácil manejo y cuya adquisición antes de iniciar un viaje a los trópicos es conveniente. Si no se dispone de sobres de rehidratación oral, se puede usar un sustituto que se prepara con 1 litro de agua, una punta de cuchillo de sal, otra de bicarbonato sódico, 2 cucharadas soperas de azúcar y el zumo de un limón; se tomarán las mismas cantidades que en el caso de los sobres de rehidratación oral (una cuchara contiene un volumen de 5 ml).
Cuando se padece una diarrea, hay que seguir tomando alimento. Es totalmente infundada la idea de que no se puede comer. Los alimentos más adecuados cuando se padece una diarrea son: sopas o caldos de arroz/zanahorias, patatas hervidas, pescado blanco o carne de pollo cocido o a la plancha, pan blanco tostado, manzana rallada o asada, yogur desnatado bioactivo.
La loperamida es uno de los fármacos que disminuyen la motilidad intestinal. Indicada en las diarreas moderadas, está contraindicada en la diarrea del viajero con fiebre o presencia de sangre en las heces. También está contraindicada en niños menores de 2 años o en personas que padecen colitis ulcerosa. El racecadotril es otro fármaco comercializado en España y que es útil en el tratamiento sintomático de la diarrea del viajero por su capacidad de controlar la secreción intestinal de agua y electrolitos.
El uso de antibióticos sólo se indica en la diarrea del viajero grave (presencia de sangre en las heces, fiebre alta o cuando hay un gran número de deposiciones líquidas diarias) o en personas inmunodeprimidas, diabéticos, personas que padecen enfermedades inflamatorias intestinales o que toman diuréticos o litio (en el caso de estar a tratamiento con otros fármacos específicos consulta con tu médico).
Para un correcto uso de los antibióticos, consulta a tu médico o en alguna unidad especializada. En niños pequeños y embarazadas deben usarse con precaución. Si la diarrea del viajero persiste a la vuelta del viaje, es preciso consultar con un servicio especializado para un diagnóstico correcto y un tratamiento apropiado.
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