“Si el deporte o actividad física no se práctica de forma coherente, racional y bajo el conocimiento de nuestro organismo y del entorno, se estará activando y acelerando el proceso de
envejecimiento” explica Inmaculada Canterla, farmacéutica miembro de la SEMAL
Los radicales libres, los rayos del sol y los agentes contaminantes son los principales factores que influyen en el envejecimiento prematuro de los deportistas. Inmaculada Canterla nos aporta
consejos para minimizar los efectos negativos de la actividad física sobre la piel Mitad postureo, mitad propósito de año nuevo. Mitad anti-sedentarismo, mitad sociabilidad. Mitad salud, mitad estética. Sea cual sea la razón, hoy en día casi todo el mundo practica alguna actividad deportiva. Es raro no conocer a alguien que no practique running, fitness, zumba, spinning o boxing...
Podría decirse que el deporte está de moda. Pero ¿se conocen realmente los pros y los contras de la práctica de deporte? ¿Cómo hacerlo correctamente y cómo prepararse?. Alerta de los efectos que la actividad física puede tener sobre el envejecimiento de la piel y ha creado una nueva unidad dentro de su centro Cosmeceutical Center especializado en Medicina Antiaging para Deportistas dónde orienta a los deportistas sobre la correcta práctica del deporte y aconseja cómo minimizar los efectos negativos de la realización de deporte de
forma descontrolada.
El envejecimiento y los beneficios del deporte
El envejecimiento es un proceso multifactorial, en el que se une el factor biológico y el factor psicológico o social. Únicamente el 35% del envejecimiento viene determinado por la carga
biológica hereditaria (ADN), mientras que el 65% lo determinan factores puramente medioambientales como: la alimentación, el estrés, el estilo de vida, el descanso y la actividad física, entre otros. De ahí que gran parte del proceso de envejecimiento puede ser controlado, estudiado y modificado para tratar de ralentizarlo. O bien al contrario, si se desconocen las pautas de envejecimiento, pudiendo, en este caso, acelerarlo.
Por su lado el deporte es una de las estrategias con las que disminuir factores de riesgo en la salud y conseguir mejorar el estilo de vida. Entre otros, los principales beneficios del deporte evidenciados científicamente son: el control del peso corporal y la disminución de la grasa, el aumento de la fuerza muscular, la mejora de la flexibilidad y la densidad ósea, la mejora de la ventilación pulmonar y el consumo de oxígeno, la disminución de la frecuencia cardiaca, etc. A ello se le une también la mejora de la imagen corporal y la autoestima y la disminución del estrés, la ansiedad, el insomnio, etc.
La OMS adoptó en los años 90 la definición de “envejecimiento activo” como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” apunta la farmacéutica “pero si el deporte no se práctica de forma coherente, racional y bajo el conocimiento de nuestro organismo y su interacción con el entorno, no se está trabajando sobre el “envejecimiento activo” sino todo lo contario, se estará “activando el proceso de envejecimiento” .
¿Por qué el deporte puede acelerar el proceso de envejecimiento?
El mayor riesgo que puede sufrir el organismo a la hora de practicar cualquier tipo de actividad física es la generación de radicales libres, y si a esto le sumamos la exposición de la piel a los rayos solares, viento, frio, polución y demás factores agresivos, tendremos un coctel maravilloso para acelerar el envejecimiento celular a pasos agigantados.
Así, en lo que al envejecimiento de la piel se refiere, los factores más importantes a tener en cuenta, y por consiguiente a controlar son: la generación de radicales libres y la exposición de la superficie de la piel a rayos solares y a sustancias químicas nocivas, tales como polución y en el caso de la natación en piscina, los productos químicos de mantenimiento.
Problema que generan estos factores en el organismo y qué consejos ayudan a minimizarlos:
• Radicales libres. Al realizar cualquier tipo de ejercicio aeróbico se aporta un gran volumen de oxígeno al organismo. El problema viene cuando los volúmenes de oxigeno aportados son muy elevados y durante mucho tiempo seguido. El oxígeno es un agente oxidante, y tiende a ceder electrones, por lo que genera en el organismo niveles anormalmente elevados de radicales libres. “Estos radicales libres lo que van a hacer es oxidar las células para equilibrar su balance eléctrico por una serie de reacciones metabólicas de óxido reducción” explica la experta. Al mismo tiempo, el organismo de por sí, tiene sus propios mecanismos de defensa frente a los radicales libres, con unas serie de enzimas como la SOD (Superoxido Dismutasa) y otras similares, por las que es capaz de neutralizar una parte de dichos radicales libres. Además, en la dieta se ingieren antioxidantes que van a ayudar a este hecho. “Pero cuando los niveles de radicales libres generados por el alto volumen de ejercicio aeróbico son extremadamente altos, el cuerpo no es capaz de neutralizarlos, de forma natural, ni con el aporte de antioxidantes en una dieta equilibrada normal” alerta Canterla. En este caso, la piel de un deportista aeróbico (running, ciclismo...) va a tender a envejecer y mostrar sus signos (arrugas, flacidez...) de una forma más acelerada y patente.
Consejo: