¿Te imaginas que con un par de zapatos puedas tener varias alturas?

Zapatos con tacones intercambiables. Un mismo par de zapatos con varias altura que se pueden intercambiar, durante el día, sandalias de tacon bajo y de noche, unos súper stilettos. Los puedes llevar para ir a trabajar, pasear ó ir de fiesta.

Ya se encuentran hace tiempo en Europa, Estados Unidos y Australia. Diseños por la alemana Mime et Moi y la canadiense Tanya Heath parecen haber cumplido el sueño de la mujer multitasking.

A Tanya Heath fué su propia experiencia de trabajar y vivir en Paris lo que la empujó a realizar los zapatos de tacos intercambiables que ya se venden en 13 ciudades de todo el mundo.

Con diferentes modelos que van de los más formales a informales y con tacos intercambia­bles de 6 alturas y modelos distintos, en cinco años los zapatos “personalizables” de Tanya llegaron a más de diez países.

Un botón al lado del taco traba y destraba los tacos que se pueden intercambiar sin ninguna dificultad. Cada par de tacos vale unos 50 euros y funciona en cualquier modelo de zapatos de la marca (que rondan los 350 euros).

Diferentes en el estilo, los zapatos de la marca alema­na Mime et Moi parten del mismo principio. Con 5 tacos distintos que van del cuadrado de 3 centímetros al stiletto o el bloque de 10 centímetros, sus diseños son hechos artesanalmente en cuero sobre una tecnología de plantilla flexible. Elegantes y sobrios, los zapatos de Mime et Moi parten de los 175 euros, con tacos que van de los 25 a 35 euros. Aunque el precio de los zapatos se ve bastante más caro de lo que se puede conseguir en otras marcas masivas en Europa, pensar en un par que se ajuste a tantas necesidades por 3.500 pesos no suena descabellado.

Cuesta imaginar que algo tan poco favo­rable para la industria del recambio y consumo pueda llegar a ser adoptado o promovido por las principales marcas de zapatos. Sin embargo, el éxito de los dos pioneros muestra que sea por una cuestión económica o por lo netamente funcional, los zapatos de tacos intercambiables cayeron en un suelo más que fértil. ¿Podemos esperar tener también los nuestros?