Los nuevos protagonistas de las campañas de moda, belleza y productos de comercialización se han convertido en belleza real y la inclusión a través de la diversidad de roles y modelos.
Marcas como H&M, Dove, Oysho y Maltesers se han sumado a la iniciativa, las marcas buscan alejarse de los estereotipos habituales y se lanzan a un nuevo mundo, el de la publicidad inclusiva.
Los nuevos protagonistas de las campañas de moda, belleza y productos de comercialización se han convertido en belleza real y la inclusión a través de la diversidad de roles y modelos.
Oysho
Si estás cansada de que todas las campañas de lencería muestren a modelos de tallas pequeñas sin acercarse a la realidad de las tallas medianas, te alegrará saber que Oysho se ha revelado a este canon en su última campaña, en la que muestra a una mujer con curvas y de talla mediana.
Una marca tiene que llegar al público que la consume, no tiene sentido que solo se muestren modelos de talla XS o S cuando sus prendas abarcan hasta la XL o de la 80B hasta la 100 C, y eso es lo que la firma de ropa interior del grupo Inditex ha querido mostrar en esta ocasión.
Malteseres
La firma de chocolates, se suma a la tendencia de la publicidad inclusiva con una de sus publicidades protagonizada por una chica con discapacidad física. La compañía y la agencia que firman el anuncio explicaron que: "su intención era mostrar lo poderoso que puede ser el humor para derribar las barreras a las que se enfrentan a diario las personas con discapacidad
Una joven, en silla de ruedas, bromea con sus amigas sobre sus relaciones sentimentales y cómo sus dificultades de movimiento dan lugar a ciertos malentendidos en sus encuentros sexuales.
Si todavía no has visto este anuncio, no te lo pierdas.
H&M
Adiós a las medidas prediseñadas, a las mujeres en serie, sin estilo propio, y lo hace con modelos de distintas tallas, estatura y procedencia. La firma sueca lanzó un viseo en el que reafirma sus verdaderos valores.
Dove
Es una de las pioneras en esta iniciativa y vuelve a apostar a la belleza real de la mano de un experimento realizado en Portugal. Los protagonistas, en este caso, son hombres a los que se les muestra distintas imágenes de mujeres muy bellas mientras que se les va monitoreando el pulso. En un momento dado, comienzan a aparecer sobre la pantalla fotos de sus familiares y su pulso comienza a subir marcadamente. Con esta prueba, Dove deja en claro que la belleza real siempre toca el corazón.