Porque existen lugares especiales, porque cada ciudad y cada pueblo es un mundo, os invitamos a conocer San Marino. Un lugar especial que nos acerca hasta el Monte Titano.
La Serenísima República de San Marino, uno de los países europeos más pequeños después del Vaticano y Mónaco, es además, la república más pequeña y antigua de Europa. La tranquilidad que se echa en falta en Roma, el paisaje montañoso que llena de aire puro nuestros pulmones y la posibilidad de pasear por el centro histórico con total tranquilidad y sin temor al tan temido tráfico italiano, hacen de esta república el lugar idóneo para viajar en busca de paz, historia y naturaleza.
Situada dentro del territorio italiano, recibe más de tres millones de visitantes al año, que se dejan embaucar por la infinidad de posibilidades que brinda San Marino. Una ciudad medieval desde la que se puede acceder a las tres torres y a la muralla que coronan los tres picos del Monte Titano.
Una vez encantados por esta vieja y esplendorosa ciudad medieval, podemos dedicar un día a la visita del Palacio del Gobierno, la Iglesia de los Monjes Capuchinos de San Quirino, la Basílica del Santo, la Iglesia de San Francisco, el Museo Estatal o la Galería de Arte. Pero no podemos abandonar San Marino sin adentrarnos en sus bosques y sentarnos a descansar cerca de alguno de sus lagos, pudiendo aprovechar para pescar en una de sus reservas.
Y como recuerdo de nuestra visita, nada mejor que adquirir alguna moneda italiana de oro, ya que es el único territorio en Italia con capacidad para emitir monedas de oro legales, conocidas como “scudi”. Toda la información de este pequeño país podéis encontrarla en la web www.sanmarinosite.com
Sin lugar a dudas, un lugar idóneo para trasladarnos por unos días a la Italia medieval con castillos, murallas, bosques, lagos e iglesias. En definitiva, un destino de ensueño lleno de magia e historia.
¡Buen viaje!