El Museo Arqueológico Nacional (MAN) ha anunciado que ha recibido un depósito de un lingote de plomo del Bou Ferrer, el mayor mercante de la época romana que se estudia, tras el hallazgo del único yacimiento naval que tenemos del siglo I d. C., que ha pasado 2.000 años en las profundidades del mar.
La importancia de esta pieza se basa en las contramarcas que ratifican que el lingote era una pertenencia personal del emperador romano; estas contramarcas que rezan “IMP(erator) GER(manicus) AVG(ustus)”, lo que significa “Emperador Germánico Augusto”, por lo que cabe esperar que perteneciera a Calígula, Claudio, Nerón o Dominico, aunque los expertos creen que lo más probable es que perteneciera a Nerón.
Este lingote de sesenta y cuatro kilogramos es un ejemplo de los muchos usos que se daba al Plomo en la antigua Roma: ensamblar sillares o partes de columnas, pesos para redes de pesca, tuberías de agua o láminas para escribir frases religiosas o mágicas, entre otras cosas que se explicarán en la muestra de la pieza.