Poco a poco se va logrando que los anuncios de juguetes se vuelvan menos sexistas. Ya podemos ver a niños jugando con cocinitas, algo que solo se les atribuía a las niñas, o niñas jugando con grúas o cosas de construcción, algo que siempre iba encaminado al mundo de los niños.
A día de hoy aún podemos ver en los catálogos de juguetes cómo los separan de una manera muy discreta, juntándolos por tipos. Si nos damos cuenta, en esos tipos los fondos están acompañados por colores que ya los disponen a un tipo de sexo, incluso en las jugueterías también nos encontramos con esta distinción de colores que hacen diferenciar perfectamente los juguetes que van dedicados al mundo de las niñas y al de los niños.
Son avances lentos pero no tenemos que tener ningún miedo a que si nuestro hijo quiere una muñeca comprársela o si nuestra hija quiere un muñeco de acción hacerlo. Hay que comenzar a romper esas barreras inútiles y sexistas.
Por ello, el anuncio de la Barbie de Moschino en la que aparece un niño que dice "Moschino Barbie is so Firce" es simplemente genial, porque nos muestra a un pequeño natural que se divierte como cualquier otro niño.