El comentario ofensivo fue pronunciado por el comediante Tony Hinchcliffe, quien se refirió a Puerto Rico como una "isla flotante de basura" durante un mitin en el Madison Square Garden, en lo que muchos interpretaron como una "broma racista". Este tipo de humor no cayó nada bien, especialmente entre la comunidad puertorriqueña y sus aliados, quienes rápidamente se organizaron en redes sociales para expresar su indignación.
Bad Bunny, una de las voces más influyentes del reguetón y un orgulloso representante de Puerto Rico, no tardó en reaccionar. A través de su cuenta de Instagram, con una audiencia de más de 45 millones de seguidores, compartió un video de Kamala Harris, la actual vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la presidencia. En este video, Harris criticaba la respuesta de Trump ante el huracán María de 2017, recordando cómo el entonces presidente arrojó rollos de toallas de papel a la multitud, un gesto que fue ampliamente criticado como insuficiente y despectivo. El cantante y actor no solo respaldó a Harris sino que también utilizó su plataforma para recordar la falta de acción efectiva de Trump tras la devastación causada por los huracanes Irma y María.
Jennifer López, aunque nacida en Estados Unidos, lleva su herencia puertorriqueña con orgullo. Su reacción fue igualmente fuerte, compartiendo el mismo video de Harris y añadiendo comentarios sobre la necesidad de un cambio en la política hacia Puerto Rico. La cantante y actriz, con una base de seguidores que supera los 250 millones en Instagram, utilizó su influencia para enfatizar la importancia de las elecciones para los puertorriqueños, resaltando los planes de Harris para la isla.
Ricky Martin, otro icono cultural de Puerto Rico, también se unió a la reacción. A través de sus redes sociales, Martin no solo condenó el comentario de Hinchcliffe sino que también alentó a sus seguidores a apoyar a candidatos que realmente representen los intereses de la comunidad latina y, específicamente, los de Puerto Rico. Su mensaje fue claro: "Vota por Kamala Harris", sugiriendo que la política de Trump hacia Puerto Rico había sido inadecuada.
La controversia no solo ha servido como un recordatorio de las tensiones pasadas entre Trump y Puerto Rico, sino que también ha iluminado las dinámicas del apoyo latino en la política estadounidense. Este incidente ha sido un catalizador para que figuras como Bad Bunny, Jennifer López, y Ricky Martin no solo expresen su descontento sino que también movilicen a su audiencia hacia una acción política, como votar en las próximas elecciones.
La respuesta de estos artistas refleja un momento crucial en la política estadounidense, donde el voto latino podría ser determinante. La solidaridad y la activación política de estas celebridades no solo marcan una postura contra el desprecio hacia Puerto Rico sino que también subrayan la necesidad de una representación y políticas que reflejen el valor y la contribución de la comunidad latina al país. Este episodio ha dejado claro que la política y el arte están más entrelazados que nunca, con las estrellas usando su fama como una herramienta para el cambio social y político.