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Oviedo de la A a la Z

Redacción | Miércoles 31 de julio de 2024
La capital de Asturias ofrece numerosos atractivos de todo tipo: culturales, monumentales, festivos... y, naturalmente, gastronómicos. No en vano en 2024 es Capital Española de la Gastronomía. Hay mucho donde elegir. En esta ocasión, como ya hemos hecho con otras ciudades, hemos optado por guiarnos del abecedario y buscar un concepto para cada letra, de la A a la Z. Pero faltarían letras o habría que duplicar o triplicar cada una de ellas para expresar todo lo que Oviedo ofrece. Este es sólo el aperitivo.

ALFREDO CANTELI. Es el alcalde de Oviedo y el principal impulsor de la propuesta de la ciudad para conseguir ser la Capital Española de la Gastronomía en 2024, en dura competencia con otras tres ciudades y tras haberlo intentado en dos ocasiones anteriores. Su lema 'Oviedo, cocina que conquista', un magnífico dossier de 132 páginas con todas sus propuestas y el apoyo del sector turístico y gastronómico asturiano fueron decisivos para conseguir este galardón. Según indica Canteli: Son varios los meses que llevamos ostentando este prestigioso título y ha sido tiempo más que suficiente para corroborar lo que ya intuíamos: que este iba a ser un año muy especial para Oviedo, y que todo el trabajo y el esfuerzo desempeñados para alcanzar este gran hito han merecido la pena (...) Las cifras turísticas de esta primera mitad del año han sido realmente buenas, y estoy convencido de que van a ir a más. En este impulso, ha sido también fundamental el trabajo de otro ALFREDO, el concejal de Turismo, Hostelería y Congresos, Alfredo García Quintana, que se muestra muy satisfecho con los resultados: Según los cálculos efectuados el retorno logrado solo en la aparición en medios ya ha superado los 17 millones de euros. En estos primeros meses también se han logrado cifras históricas en ocupación hotelera y en número de visitantes, con más de 180.000 turistas contabilizados en los hoteles de Oviedo entre enero y mayo, un 16,6 % más que en el mismo periodo de 2023.

BELLAS ARTES, MUSEO. El Museo de Bellas Artes de Asturias, situado junto a la plaza de la Catedral, cuenta con una de las mejores colecciones de arte de España, del siglo XIV a la actualidad e incluye una variada representación de pintura, escultura, obra sobre papel (dibujo y grabado), fotografía y artes aplicadas e industriales (especialmente vidrio y loza). Integrada por más de 15.000 obras entre las que sobresalen nombres de artistas asturianos, nacionales e internacionales como El Greco, Reni, Zurbarán, Murillo, Carreño de Miranda, la saga de los Menéndez, Kauffmann, Goya, Pérez Villaamil, Pinazo, Menéndez Pidal, Uría, Sorolla, Regoyos, Valle, Piñole, Picasso, Dalí, Miró Tápies y Barceló, entre muchos otros. Es una colección abierta, que se incrementa cada año gracias a adquisiciones, donaciones, depósitos y otras fórmulas como la dación, destacando dentro de estas dos últimas modalidades los depósitos de los museos del Prado (que ha prestado 44 piezas, de los siglos XVI hasta principios del XX) y Reina Sofía, así como la dación de la Colección Pedro Masaveu. integrada por 15.000 piezas de los siglos XIV y XXI, con obras de El Greco, Goya, Sorolla, Picasso, Dalí y Miró.

CACHOPO. Aunque relativamente nuevo, el cachopo rivaliza con la fabada como el plato más típico de Asturias. Su éxito se debe en buena parte a los jóvenes y el apoyo de las redes sociales. Se trata de un plato de carne formado por dos finos y grandes (a veces enormes) filetes de carne, con relleno de jamón serrano y queso astur, aunque también otros productos de lo más variado, que se fríe empanado. Ya hay concursos de cachopos, rutas del cachopo, tiendas especializadas en la venta de cachopos preparados y listos solo para freír... y un recurrente debate sobre si el cachopo es o no tan merecedor de la fama que ha alcanzado. Desde principios del actual siglo XXI se han incorporado cachopos rellenos de pescado, de setas, veganos, de pollo, con foie, cecinas, compotas, mariscos y con decenas de quesos locales diferentes. Uno muy especial es el que sirven en el magnífico restaurante, con las mejores vistas de Oviedo, La Corte de Pelayo llamado Cachopo Pelayo que ha sido ganador de diversos premios y cuyos ingredientes son filetes de ternera empanados con harina japonesa panko, queso, lacón, jamón, pimientos del piquillo y espárragos. Estos dos últimos ingredientes permiten dar al cachopo una jugosidad estupenda. El plato se acompaña con una salsera con el jugo de conejo y pitu y una guindilla o piparra de adorno que ayuda al sabor.

CHOSCO DE TINEO. En Asturias se pueden encontrar todo tipo de embutidos, ya que, tradicionalmente, en el corazón del suroccidente asturiano se han criado, entre castañares y robledales, los mejores ejemplares de cerdos, por lo que no es de extrañar que en esas tierras se produzca un manjar como el chosco. El Chosco de Tineo es un embutido curado y ahumado elaborado a base de cortes selectos de carne de porcino (cabecera de lomo y lengua) adobada con sal, pimentón y ajo. La tripa que se utiliza como cobertura del chosco es el ciego de cerdo, de ahí´ su forma redondeada e irregular. Al corte se visualizan con nitidez las distintas piezas de carne. Su color característico es el rojizo, variando su tono en función la carne utilizada y la concentración del pimentón. De textura jugosa, posee un sabor y un aroma característicos y típicos del embutido adobado y ahumado. Puede ser más o menos intenso, en función de los días de ahumado y del tipo de maderas utilizadas. Para cumplir con la IGP, el Chosco de Tineo reúne unas características físicas y organolépticas indispensables. El carácter que le aporta la lengua marca la diferencia, acentuado por el toque de calidad del pimentón y de la atractiva cabecera de lomo, que en el fondo conforma la mayor parte de la pieza, que se ensambla como si de un puzle se tratase, con los ingredientes juntos, pero no revueltos. Es un preparado cárnico de alta calidad comparables al jamón de bellota y la cecina de León. Se elabora a partir de cortes de carne de cerdo ricos en proteína y bajos en grasa. Además, su ingesta proporciona una buena dosis de vitaminas, antioxidantes y minerales.

DE BLAS, CAMILO. El nombre tal vez no sea muy conocido por la mayoría de la gente, pero su obra maestra, el Carbayón, es todo un símbolo de la ciudad. Curiosamente, aunque es uno de los dulces típicos de Oviedo, es también como se conoce familiarmente a sus habitantes. Y, además, el origen se debe a un árbol, un viejísimo roble de más de 500 años con unas dimensiones colosales: 12 metros de circunferencia, una altura de unos 30 metros y una circunferencia máxima de 38 metros de copa que fue talado en 1865. Por alguna razón a los ovetenses actuales se les da el gentilicio de carbayones. Pero el nombre más conocido es el de un dulce tradicional de Oviedo que este año cumple un siglo desde su creación por la pastelería Camilo de Blas que se sigue conservando como entonces y es una de las mejores y más surtidas de la ciudad. El Carbayón es un pastel alargado y ovalado, que se elabora con una base muy fina de hojaldre, un relleno increíblemente jugoso de almendras marcona, cubierto con dulce de yema y un glaseado de claras. Fue el producto estrella que representó a Oviedo en la primera Feria Internacional de Muestras de Asturias, celebrada en Gijón en 1924

ESPICHA. La espicha es el nombre del trocito de madera, con forma cónica, que se utiliza a modo de tapón de las pipas donde se almacena la sidra. Espichar hace referencia al momento en que la sidra se tira directamente del tonel al vaso. En principio, las espichas comenzaron a celebrarse alrededor de San José, cuando los productores debían catar la nueva sidra. Hoy se celebran en cualquier momento (es muy típico en la víspera de una boda) y suelen hacerse en los llagares donde se produce la sidra que es la bebida reina. Para acompañarla vale casi todo, pero lo más tradicional suelen ser raciones tradicionales con sabor típicamente asturiano: chorizo a la sidra, tablas de quesos (Cabrales, Ganomeu, La Peral...), empanadas, lacón con patatas, huevos cocidos, embutidos, fritos de bacalao, tortilla... Se trata de una comida informal, casi siempre de pie, y se va picando de un plato o de otro, mientras se charla distendidamente.

FABADA. Puede que sea el plato más famoso de la gastronomía asturiana, aunque se ofrece en cualquier rincón de España. Se considera una de las diez recetas típicas de la cocina española. Sin embargo, la auténtica fabada debe estar elaborada con fabes como elemento principal, unas judías blancas de gran tamaño y piel muy fina, que ya se cultivaba en esta región en el siglo XVI, y el llamado compango, un conjunto de carnes como tocino, chorizo, lacón, morcilla... (el principal secreto de una buena fabada). Importante la calidad del agua donde se van a cocer (fuera de Asturias mejor usar agua mineral). "Les fabes", como aquí se conocen, son religión en el Principado. Una buena garantía es que ofrezcan la IGP Faba Asturiana que se creó en 1990 para preservar esta legumbre, que estaba siendo eclipsada por fabes de importación procedentes de Sudamérica. Las auténticas asturianas crecen en las vegas cercanas a los ríos. Casi todos los restaurantes ofrecen este manjar. Una buena fabada se distingue si el caldo está bien ligado, que la faba sea cremosa y se deshaga en la boca, y que la morcilla se suelte bien de la piel y no contenga trozos gruesos de magro. Para disfrutarlas como un experto primero hay que paladear la faba sola contra el paladar, y luego jugar en cada bocado combinando en una misma cucharada fabes y otro de los ingredientes del compango. Se penaliza el exceso de azafrán, cuando el caldo de pollo está demasiado presente, y si el picante del conjunto es excesivo. Entre los cientos de restaurantes que hay en Oviedo (y en casi todos se han buenas fabadas) la prestigiosa Guía Michelin ha destacado estos: Ca´Suso, Cocina Cabal, Casa Fermín, Mestura, NM y Gloria. Pero hay muchos más muy recomendables: Bocamina, Tierra Astur, Del Arco, Casa El Gaiterín, Casa Lobato, La mar del medio ...

GASCONA. En Oviedo se calcula que hay un establecimiento hostelero por cada 120 habitantes así que hay mucho donde elegir. Aunque hay restaurantes y bares en todo el casco urbano, hay zonas de una mayor concentración. La emblemática calle Gascona, hoy conocida como “El bulevar de la sidra” es tal vez la más popular. Ahí se reúnen más de una docena de sidrerías con una exitosa asociación de hotelería que además organiza muchas actividades de promoción a lo largo del año, entre ellas la más conocida es la “Preba de la sidra” que se celebra el 2 de junio, que coincide con la celebración del Día Mundial de la sidra, y en la que llegan a participar más de 5.000 personas que abarrotan la calle, ataviados con pañuelos verdes al cuello, que prueban y eligen, con votaciones de jurado y popular, la mejor sidra. Naturalmente hay muchas otras zonas gastronómicas en Oviedo, como el Casco Viejo, junto al Mercado Fontán y la escultura de La Lechera, el Distrito Gourmet, en la Plaza América en la zona alta, o la Ruta de Vinos en las calles San Bernabé, Campoamor, Manuel Pedregal y la popular calle Uría, donde se concentra un buen número de establecimientos: bares, sidrerías, parrillas, vinotecas, cervecerías....y también coctelerías y pubs.

HELADOS. Aunque Asturias es una región fresquita, con permiso del cambio climático, y como afortunadamente los helados se consumen en cualquier época, desde hace algún tiempo la región ha liderado la elaboración de helados muy originales, vinculados con frecuencia a sus productos característicos. El helado de fabada fue una revolución en su día, pero pronto le siguieron otros helados autóctonos de arroz con leche, sidra, queso Cabrales, oricios... Estos son algunos de los que ofrece la Heladería Islandia de Gijón y algunas otras de Oviedo. Pero los sabores siguen creciendo: parmesano, albariño, hoja de higuera, calimocho, boquerones, rebujito, anchoas, ruibarbo, tortilla de patata, verduras de Asia Central, pimientos del piquillo, azafrán, aceite de oliva, palomitas de maíz... Por supuesto los autores de los dos dulces más típicos de Oviedo, Moscovitas y Carvayón (Rialto y Camilo de Blas) tienen sus versiones en helado. España es el tercer país del mundo que más helados consume, con una media de 42 euros al año por persona. Y en Oviedo hay varias buenas heladerías, si no se encuentra en ellas las variedades de fabada o cachopo (que está al caer) siempre hay otros deliciosos sabores. Estas son algunas de las mejor surtidas: Heladería Puerta Real, Diego Verdú, Akaw...

INDIANU. Algunas de las fiestas de Oviedo llevan aparejado un menú típico, a veces creado por los empresarios de hostelería para animar el consumo, o con una tradición histórica y muy asentados entre los propios ovetenses. Entre ellos, por ejemplo, destaca el llamado Menú del Indianu, es un menú que recibe este curioso nombre en homenaje a los emigrantes, elaborado por el chef Nacho Manzano y que se enmarca en las fiestas de San Mateo en Oviedo. En él se mezclan ingredientes de temporada con origen en América Latina con los típicos platos asturianos. Por ejemplo, fabes con pantruque, albóndigas de ternera asturiana y gochu asturcelta con puré de patata y queso del Principado y tartaleta de manzana con helado de vainilla, todo maridado con vino de Cangas o sidra asturiana. Este menú se ofrece en más de veinte restaurantes asturianos de Oviedo del 13 al 22 de septiembre, como un complemento al desfile del Día de América en Asturias. Otro buen ejemplo es El Desarme, una singular fiesta gastronómica que rememora una histórica batalla ganada por los ovetenses que al tener menos armas que el enemigo decidieron invitarlos a una gran comida de manera que cuando, con los estómagos bien llenos, los enemigos se adormecieron en una siesta, los desarmaron. El menú obligado del desarme es: cocido carmelitano (garbanzos con bacalao y espinacas), los primeros callos de la temporada y arroz con leche o casadielles.

JOYAS DEL PRERROMANICO. El Arte Asturiano o Arte Prerrománico atesora obras de los siglos VIII y X que acreditan el desarrollo del Reino de Asturias, demostrando así una riqueza intelectual de la que hoy en día se aprecia su huella artística y es un claro exponente de la participación de Asturias en la vanguardia cultural europea de la Alta Edad Media. Aunque hay numerosos ejemplos, Santa María del Naranco, mitad iglesia, mitad palacio, y también pabellón real y aula regia, es una de las mejores muestras y mejor conservadas, ha merecido ser Patrimonio de la Humanidad desde 1985. Muy cerca está la preciosa iglesia de San Miguel de Lillo que conserva un tercio de lo que fue en la Edad Media, Su valor estriba tanto en la antigüedad de los monumentos (mediados del siglo IX), como en la armonía arquitectónica con que fueron concebidos y la singularidad del entorno donde se sitúan: las laderas del monte Naranco, desde donde se domina toda la ciudad de Oviedo.

KIBUS. Con este raro nombre se ha presentado Kibus, una web mediante la cual se puede hacer la compra de los mejores productos del Mercado El Fontán y recibirla en casa cuando se quiera. Aunque lleva poco tiempo operando en la capital asturiana, cuentan con casi dos años de experiencia en mercados de A Coruña, Ferrol y Vigo y ahora llegan a Oviedo. Más de 3.000 clientes avalan su trabajo confiando en ellos para hacer su compra. Kibus quiere acercar el mercado a todos aquellos que no tienen el tiempo o la posibilidad de ir a la plaza a hacer la compra. Para ellos la posibilidad de comprar productos frescos y de proximidad es importante y por eso han decidido crear este servicio y llevarlo a las plazas. Cualquier cliente puede entrar en kibus.online y hacer la compra en los puestos de confianza de este tradicional mercado, al mismo coste, sin gastos de envío ni pedido mínimo. Así consiguen que la compra online no suponga un gasto adicional y esté al alcance de todos, añadiendo comodidad al proceso, tanto para los clientes como para los placeros. El servicio se adapta a los gustos y necesidades del usuario: Aguacates para tomar mañana, jamón en taquitos, filetes finitos para mi hijo pequeño...

LETIZIA. La reina es, sin duda, la figura actual más destacada, entre los nacidos en Oviedo (15 de septiembre de 1972). Todos los años regresa, al menos una vez, con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias que se celebra en el Teatro Campoamor, mientras que los premiados y los reyes se alojan en el Hotel Reconquista, donde también tienen lugar distintas recepciones. Los próximos Premios se entregarán, como es habitual, en el mes de octubre (el día 25) y entre los ganadores estará el cantante Joan Manuel Serrat. Pero, además de Letizia, hay otros ilustres nacidos en la capital asturiana. Uno de los más importantes fue Don Pelayo, considerado el fundador y primer monarca del Reino de Asturias. Su victoria en la Batalla de Covadonga en el siglo VIII es vista como el inicio de la Reconquista cristiana en la península ibérica. Leopoldo Alas Clarín, aunque nació en Zanora, toda su vida trascurrió en Oviedo y ahí sitúa su famosa novela (no muy bien acogida en su día por los ovetenses) La Regenta. El piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso, nacido en Oviedo en 1981, es bicampeón mundial y uno de los deportistas más reconocidos a nivel internacional. Melendi, el cantautor que ha ganado popularidad por su música que mezcla pop, rock y flamenco, también nació en Oviedo.

LLAGAR. Al visitar un llagar asturiano se puede alcanzar una de las experiencias más enriquecedoras que ofrece Asturias. De entrada, sorprenden los imponentes toneles de castaño con capacidades de hasta 30.000 litros, la familiaridad de los llagareros y lo artesano del proceso de elaboración. Muchos llagares combinan la visita con degustación de quesos y productos típicos, y algunos ofrecen "espichas", una comida informal en la que no faltarán las tortillas y los chorizos a la sidra. Su origen se remonta al momento en el que tocaba probar la nueva sidra directamente del tonel, allá por primavera, un festín que se compartía con familiares y amigos. Son lugares con alma, en los que no sólo se puede ver el proceso de elaboración de la sidra, sino que también se adentra en la historia, la cultura y la tradición de un mundo que ha pasado de generación en generación. En Sidraturismo Asturias hay diversas propuestas para profundizar en el mundo de la sidra y todo lo que lo rodea. Una buena forma de conocer ese ambiente es participar en algunas de las actividades que organizan, por ejemplo, entre el 21 de octubre y el 12 de noviembre el Club de Producto Sidraturismo Asturias organiza una serie de actividades para dar a conocer esa cultura sidrera asturiana, se puede visitar una pumarada (plantación de manzanos de sidra), un llagar, combinar ambas visitas trasladándote en una bicicleta eléctrica acompañado de un guía, un menú sidrero o participar en un amagüestu que combina la sidra y las castañas. Algunos buenos llagares en Oviedo son: Herminio, que elabora sus propias sidras: Sidra Natural Herminio y Sidra Natural Zythos DOP Sidra de Asturias; La Finca Sidrería Agrobar que presumen de tener los mejores palos de Sidra de Asturias DOP; Casa Gervasio, además de sidra ofrece su plato tradicional: arroz con almejas; Castañón propone visitas guiadas con degustación de un culín o, además, un pinchín.

MOSCOVITAS. Deliciosas pastas finas y crujientes, con almendra marcona recubiertas de chocolate blanco, negro o con leche –la receta original– que elabora la Confitería Rialto desde 1926. Se elaboran una a una de manera artesanal con materas de primera calidad que incluye un ingrediente “secreto”. Rialto es una de las mejores entre las muchas confiterías de Oviedo y elabora una gran cantidad de especialidades artesanas, tales como el milhojas, las princesitas, el bizcocho imperial, una amplia variedad de pasteles especiales, pastas de té y un gran surtido de tartas. Tras cuatro generaciones, su actual gerente, Francisco Gayoso, reconoce que no sabe de dónde viene el nombre de una pasta de las que vende más de 5 millones de unidades cada año.

NANI ARENAS. Aunque buena parte de su vida profesional y personal trascurre en Galicia, ella se considera y es natural de Oviedo y ejerce como buena asturiana. Es periodista, bloguera, comunicadora, consultora, experta en el mundo digital y redes sociales... Pero sobre todo es una gran profesional, colega de otros periodistas a los que acoge encantada en este año en que su ciudad es Capital Española de la Gastronomía. Nani lo sabe todo sobre Oviedo y lo comparte, siempre con una sonrisa, con sus compañeros periodistas por lo que sus "jefes" los responsable políticos y turísticos de la ciudad, están encantados. Aunque lo suyo es el turismo -ha estado incluida en la lista de 150 personas más influyentes en Turismo en España 2021 y 2022-, sueña con abrirse a nuevos segmentos: moda, gastronomía, diseño... Para los colegas periodistas que visiten Oviedo en este año que es CEG, el contacto con Nani es imprescindible.

ÑOCLA. Es como aquí llaman al buey de mar, un crustáceo –en Cantabria se llama masera y en otros lugares bugre, cangrejo pato o europeo y cancro –, que vive en los fondos marinos rocosos o pedregosos, le gusta vivir en las grietas de las rocas, aunque también suele enterrarse en la arena sobre todo durante el día; por la noche es cuando sale a comer otros crustáceos, moluscos y equinodermos como la estrella de mar. Generalmente habita a profundidades de uno a 30 metros, aunque los ejemplares de mayor tamaño pueden habitar a 100 metros de profundidad. Es una especie longeva que puede vivir 15-20 años. Otros productos muy populares de Asturias hacen casi olvidar que también aquí se puede disfrutar de los mejores mariscos que se pescan en el Cantábrico, a pocos kilómetros de la capital –percebes, langosta, centollo, ñocla, bogavantes, bígaros, o erizos de mar–. A los asturianos les encanta acompañar una botella de sidra con una ración de bígaros, por ejemplo. Algunos tienen su propio nombre en bable o asturiano, como se dice ahora. El bogavante es "bugre", la almeja es "amasuela", el berberecho "virigüetu", la nécora es “andarica”, las lapas son llámpare” los erizos de mar son “oricios”, y todos se ofrecen en las mejores marisquerías de Oviedo. Como son Bocamar, La mar del medio, Casa Ramón, La Torre, La Viera, aunque en todos ellos también se puede disfrutar de un buen cachopo o una contundente fabada.

OVETAO. Las teorías que rodean el origen de la palabra Oviedo son muchas y muy variadas. Es destacable que, a día de hoy, el significado del nombre de la capital asturiana continúe siendo un misterio. También son varias las distintas formas en las que el nombre de Oviedo ha aparecido escrito en varios documentos a lo largo de la historia, cosa que no ayuda a aclarar su origen etimológico. En las crónicas medievales del Reino de Asturias se le denominaba Ovetao u Oveto, mientras que en el testamento de Alfonso II aparecía escrita como Ovetdao. Pero, ¿a qué se le atribuye su origen? Una de las teorías más conocidas sugiere que el término Oviedo proviene de la unión de urbs y vetus, lo que en latín significa «ciudad vieja». Pero discusiones aparte sobre su nombre y significado en lo que todos los ovetenses están de acuerdo es de que Oviedo es el origen (esta palabra también podría presidir la letra O de este alfabeto) del primer itinerario cultural de Europa, el Camino de Santiago, y que fue en Oviedo donde nació de la mano del rey Alfonso II el Casto, considerado el primer peregrino desde que en el año 834 fue hasta la localidad gallega, avisado por el obispo Teodomiro del “descubrimiento” de la tumba del apóstol. Ese kilómetro 0 de la Ruta Jacobea marca el inicio del llamado Camino Primitivo que dos siglos después fue desplazado por el aún hoy más popular Camino Francés. El Primitivo, además de su valor originario tiene el aliciente de que está mucho menos transitado y es más natural y agreste. Hoy tiene ya el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio Mundial junto al resto de los llamados “Caminos del Norte”.

PALACIO/PALACIN. Son los inventores y promotores de la Capital Española de la Gastronomía (CEG), con el respaldo de FEPET (Federación Española de Periodistas y escritores de Turismo) y Hostelería de España y cuyo principal objetivo es promocionar la gastronomía como uno de los principales atractivos para el turismo en España. Pedro Palacios y Mariano Palacín Director General y Presidente de CEG, respectivamente, idearon este galardón hace más de 12 años y desde entonces una docena de ciudades españolas han ostentado el título, siempre con excelentes resultados. Logroño (2012), Burgos (2013), Vitoria (2014), Cáceres (2015), Toledo (2016), Huelva (2017), León (2018), Almería (2019), Murcia (2020/21), Sanlúcar de Barrameda (2022), Cuenca (2023), y Oviedo (2024). En varias de ellas se batieron récords Guinness gastronómicos, como la morcilla más larga del mundo, la mayor tortilla de patatas, el plato de jamón más grande o el mayor de cecina. Consecuencia de la extraordinaria promoción mediática, valorada en varios millones de euros, que cada ciudad consigue, es el aumento de visitantes y pernoctaciones. Oviedo acaba de reconocer que en el primer semestre de este año ha crecido un 2,24% en pernoctaciones y un 4,05 en viajeros, datos que el gobierno local califica como históricos.

QUESOS. Asturias es una de las principales zonas productoras de leche de España, por eso a nadie le extraña la calidad y la variedad de productos lácteos que hay. Se dice que en la región se elaboran más de 60 tipos de quesos, entre ellos, el famoso queso de Cabrales, que tiene Denominación de Origen. El Cabrales es un queso natural, elaborado artesanalmente por los propios ganaderos, con leche cruda de vaca o con mezcla de dos o tres clases de leche: vaca, oveja y cabra. Toda la leche empleada en la elaboración procede exclusivamente de ganaderías establecidas en la zona de producción y controladas por el Consejo Regulador. Su característico sabor, olor y color se debe a que, una vez elaborado el queso, pasa a cuevas naturales en la montaña para su maduración entre dos y cuatro meses. En estas cuevas, la humedad relativa es del 90% y la temperatura oscila entre 8º y 12º C. Estas condiciones, favorecen el desarrollo de mohos del tipo penicillium en el queso durante la maduración, lo que le aporta las zonas y vetas de color azul-verdoso. El sabor es levemente picante, más acusado cuando está elaborado con leche de cabra y oveja pura o en mezcla. Pero hay muchas más clases de quesos, el Gamoneu, también DOP, es graso, madurado de corteza y ligeramente ahumado y picante; el Afuego´l Pitu tiene una textura firme y compacta; el Casin es mantecoso, con aroma potente y color amarillento; Los Beyos es de aroma suave, gusto agradable, toque salado y ligeramente ácido...

RECONQUISTA. El Hotel Reconquista es mucho más que un alojamiento de lujo, es un símbolo de Oviedo, como puede ser la Catedral de San Salvador, la Iglesia de Santa María del Naranco o el Teatro Campoamor. El Eurostars Hotel de La Reconquista es, posiblemente, uno de los establecimientos hoteleros con más solera de España, dirigido con firmeza y delicadeza por la eficiente Elena Mayor, siempre pendiente de todo. Tradición, lujo, nobleza y más de 200 años de historia lo han convertido en un símbolo internacional de Asturias. Situado en el corazón de Oviedo, junto al Parque San Francisco y a escasos minutos del Teatro Campoamor, el Eurostars Hotel de la Reconquista se halla en el punto de unión entre el casco antiguo y el centro financiero y comercial. En este complejo catalogado como Monumento Nacional, una elegante fachada barroca anuncia un interior lleno de sorpresas: una alfombra de 250 metros cubre el suelo del hall; dos patios espectaculares; un completo centro de convenciones con más de 9.000 m2; una capilla de planta octogonal diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez; un espacio gastronómico, el restaurante La Regenta, que combina tradición y vanguardia; y las obras de destacados pintores asturianos como Mariano Moré, Purón Sotres, Adolfo Bartolomé y Vaquero Palacio. Sus 142 confortables habitaciones exteriores y sus patios descubiertos completan la arquitectura del hotel. La combinación de arte, cultura y sabiduría que caracteriza al Eurostars Hotel de La Reconquista alcanza su máximo esplendor cada año, a finales de octubre, con la entrega de los Premios Princesa de Asturias, cuando el hotel se viste de largo para recibir a los huéspedes más protagonistas: los premiados, que junto a la Familia Real sitúan a Oviedo en el centro de la actualidad mundial.

SIDRA. Ya en el siglo I antes de Cristo, Estrabón escribió sobre la sidra y se hizo eco de que los astures ya la consumían. El caso es que la bebida ha llegado hasta nuestros días con una salud de hierro, ya que Asturias sigue siendo el principal productor de sidra, copando el 80% de la producción nacional. Más de setenta llagares elaboran 40 millones de botellas de sidra, repartidas casi a partes iguales entre sidra natural y sidra espumosa, que se exporta a más de cincuenta países. Naturalmente se elabora a base de manzana, de alguna de las 76 variedades que admite la D.O. aunque hay más de 500. Con independencia de su sabor y aroma, es importante la forma de escanciarla. Aunque en muchas sidrerías y bares se han impuesto unos pequeños grifos que apretando un botón sirven “culetes” de sidra en el vaso inclinado, el rito aconseja hacerlo manualmente, de pie con la botella sobre el brazo derecho estirado y el vaso a la altura de la bragueta (sí, ese es el lugar adecuado), mirando que el chorro caiga sobre el vaso ancho ligeramente inclinado. Hay que servir muy poco, un “culín”, lo justo para beberlo de un trago. Como siempre cae algo fuera, también se han inventado una especie de mostradores/cubas que recogen el líquido que cae fuera del vaso, sin mojar el suelo. La sidra combina de maravilla con la mayor parte de los platos de la región: pescados, fabada, arroces y quesos. En Asturias se consume sobre todo sidra natural, pero fuera del Principado, es más frecuente la sidra natural espumosa, también acogida a la DO y que se elabora de la misma manera, pero con la diferencia de que durante el proceso realiza una segunda fermentación.

TEXU. Es uno de los árboles más característicos de Asturias –casi todos están protegidos, el más longevo de Asturias, con más de mil años es el Texu de Santa Coloma, y en Oviedo hay media docena de ejemplares, todos ellos centenarios. Curiosamente, el también llamado tejo, a pesar de ser el símbolo de la fertilidad, y con propiedades médicas y curativas, especialmente frente a tumores, es considerado el árbol de la oscuridad y de la penumbra ya que en su corteza, hojas y semillas contiene una especie de sustancia venenosa. Se dice, incluso, que con estos frutos se suicidó buena parte de la población de Numancia tras el asedio romano de Publio Cornelio Escipión nieto de Escipión el Africano, el vencedor de Cartago en la Segunda Guerra Púnica. La frase “tirar los tejos” cuando se pretende a una chica viene de un juego que se practicaba en las reuniones de jóvenes y algún chico tiraba una semilla para dar en la cabeza o acertar en el escote de la joven deseada. Algún tejo y, además tilos, castaños de Indias, arces, plátanos, chopos, fresnos, encinas, laureles, magnolios, crataegus, palmaceas, cedros... pueden contemplarse en el gran parque público y el principal pulmón verde de la capital de Asturias que es el Campo de San Francisco, situado en pleno centro de Oviedo. Su trazado es de principios del siglo XIX: Oviedo, entonces en plena expansión, transformó los terrenos que constituían el antiguo huerto-jardín del Convento de San Francisco en su parque urbano. Su extensión es de unos 90.000 m2, con un trazado de amplios paseos entre los que se intercalan caminos sinuosos. El jardín muestra a diario la fecha en la que nos encontramos y el nombre de Oviedo. Lo curioso es que cada número y letra son de césped natural. Los operarios de parques y jardines los cambian cada día a las 8 de la mañana. Punto de encuentro, símbolo de la ciudad, un oasis relajante en medio del caos, zona de recreo e ideal para hacer deporte, un lugar ideal para los niños... El centenario jardín ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y prueba de ello es que allí se encuentra uno de los símbolos más modernos de la ciudad. La estatua de Mafalda, el personaje más famoso creado por el dibujante y humorista argentino Quino, que tiene su escultura frente al estanque de los patos desde 2014, año en el que se concedió el Premio Príncipe de Asturias a su creador y es uno de los lugares más fotografiados de Oviedo. Este es uno de los puntos verdes de una ciudad que cuenta con 586 zonas verdes, lo que supone una superficie total de 2.211.030 metros cuadrados de parques y jardines.

ÚRCULO. Eduardo Úrculo es uno de los grandes escultores que tiene una escultura en algunos de los rincones y jardines de Oviedo. No es el único, Fernando Botero, Manuel Martínez Hugué, Julio López Hernández, Santiago de Santiago, Miguel Berrocal... también firman esculturas en la ciudad. Prácticamente todas las ciudades cuentan con esculturas al aire libre que rinden tributo a sus hijos más ilustres o a acontecimientos de la Historia local que pretenden recordar. Oviedo es una de ellas, pero en este caso se da la singularidad de que el visitante que recorre el centro histórico se va encontrando con estatuas de piedra o bronce de personajes célebres a cada paso. Se podría decir que el casco urbano de la capital asturiana es todo un museo de esculturas al aire libre. Hasta el punto de que existen itinerarios trazados con el fin de que el viandante no se pierda ninguna de las obras que embellecen las vías públicas de Oviedo. La de Úrculo, se conoce como “El viajero” y es similar a la que preside el invernadero de la estación de Atocha de Madrid, aunque el verdadero nombre de esta estatua, en la que destaca un paraguas por su hiperrealismo, es El regreso de Williams B. Arrensberg. Detrás de esta escultura está la historia de un amigo del artista, Williams, que nunca accedió a dejarse retratar. La estatua, realizada en bronce en 1993, está ubicada en la plaza Porlier y representa a un hombre, con sombrero de ala y abrigo, rodeado de varias maletas sobre las que está apoyado un paraguas. Otras esculturas célebres en Oviedo son las dedicadas a Woody Allen, La Regenta y Mafalda, pero, en total, hay casi un centenar.

VETUSTA. Es el nombre ficticio que Leopoldo Alas Clarín da a Oviedo en su célebre novela “La Regenta”. Considerada su obra maestra, comparada con Madame Bovary del escritor francés Gustave Flaubert y una de las mejores obras de Europa en el siglo XIX, constituyó un verdadero escándalo en su momento, sobre todo en Oviedo, y provocó quejas del obispo de la ciudad. El autor se sirve de la ciudad de Vetusta como símbolo de la vulgaridad, la incultura y el fariseísmo y construyó un alegato cruel e inclemente de la vida provinciana española, ceñida a sus clases dirigentes, en tiempos de la Restauración. Clarín somete a una irónica crítica a todos los estamentos de la ciudad: la aristocracia decadente, el clero corrupto, las damas hipócritas, los partidos políticos. Todo ello conforma una atmósfera social asfixiante y opresiva, con la que choca la protagonista, Ana Ozores, esposa del regente de la Audiencia, de donde le viene el título. El paso del tiempo ha hecho olvidar a los oventenses la mala imagen que se dio de su ciudad hace un siglo y medio y una escultura que representa a La Regenta se encuentra en lugar destacado en la Plaza de Alfonso II, el Casto, frente a la catedral.

WAMBA. La campana Wamba data del año 1219 y es la más antigua del mundo en uso, debe su nombre al del rey visigodo y la Unesco ha declarado Patrimonio Cultural Inmaterial el toque manual de esta campana española. Tiene un metro y veintidós centímetros de diámetro, está situada en la torre de la Catedral de Oviedo y es una de las nueve campanas que componen el conjunto de la Catedral. Para contemplarla es necesario subir los 184 peldaños desgastados de una angosta escalera de caracol. Pero la “excursión” merece la pena tanto por todo lo que se ve: la propia torre con sus pisos, el ojo central de la escalera de caracol y sus peldaños, la flecha calada, las vistas aéreas de la Catedral, las vistas panorámicas de la ciudad, las gárgolas, los graffitis..., pero también por lo que se oye. Además de la campana y la torre, la Catedral merece una detallada visita, destacando el Retablo Mayor, una de las obras de mayor belleza del gótico español, la Capilla del Rey Casto que acoge el Panteón de los Reyes, donde está enterrado Alfonso II, también allí esta el arca que contiene, supuestamente, el Santo Sudario, lienzo de lino que cubrió la cabeza de Cristo tras su muerte. También son destacables el Arca Santa y la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias.

XARDA/XATA: En esta complicada letra de este peculiar abecedario hay, sin embargo dos conceptos que comienzan por X y que tienen relación, como no podía ser de otra forma en este año, con la gastronomía. Xarda se llama en Asturias, y también Galicia y otros lugares, a la caballa o verdel en muchos sitios o verat en Cataluña, aunque es un pez que los científicos llaman Scomber scombrus. Por su parte Xata define a una novilla o ternera muy joven, de menos de 12 meses, que se cría en los montes asturianos, con alimentación basada en leche materna y pastos, con un riguroso control de las materias primas empleadas en la fabricación del pienso de acabado y que produce una carne muy rica. Estos preciados alimentos y muchos más se pueden comprar en el popular Mercado del Fontán, un animado mercado donde los lugareños se reúnen para comprar productos frescos, marisco, carnes, quesos y otras delicias culinarias. Este bullicioso centro de actividad exhibe lo mejor de la gastronomía asturiana, ofreciendo a los visitantes una muestra de los tesoros culinarios de la región. Pasear por los puestos y probar quesos artesanales, marisco recién pescado y toda una serie de delicias locales es una costumbre de casi cada día. Tanto si se busca un tentempié rápido como ingredientes para una comida gourmet, el Mercado de El Fontán ofrece una muestra de los auténticos sabores asturianos.

YAMBIONES. Ya terminando este abecedario, y como postre, toca a los yambiones –golosos en asturiano, aunque también se escribe con LL, pero esa letra ya la tenemos cubierta– están de enhorabuena especialmente en el año en que Oviedo es CEG. El número y la calidad de las pastelerías de la capital del Principado dan para elegir. Ya hemos mencionado algunas de las más conocidas con sus productos estrella Rialto y sus Moscovitas, Camilo de Blas y los célebres Carbayones, pero hay muchas más. Por ejemplo: Confitería Asturias y sus nueces del país rellenas de una deliciosa yema y con un toque de glaseado por encima, también sus milhojas crujientes, sutiles, finos y con una secuencia de delicadas capas de crema, merengue y yema tostada; Bombones Peñalba, abierta desde 1930 en pleno centro de Oviedo, es una de las bombonerías de más renombre de la ciudad, los bombones se elaboran con mimo y siguiendo los consejos de los maestros chocolateros suizos; Ovetus, tiene también fama por sus bombones con variedades como el tronco, la trufa fideo o cacao, que hacen las delicias de los amantes del dulce; Diego Verdú Monerris, de origen alicantino (Jijona) la quinta generación de los Verdú ha ido más allá del legendario turrón e incluso coquetea en la heladería con quesos asturianos, chocolates de orígenes exóticos y, manteniendo la fidelidad de la herencia, a dar rienda suelta a los dulces de estación como polvorones, turroncitos, mazapanes y almendras rellenas cuando la Navidad llama a la puerta; Confitería Jarama y su gran icono de la casa: el pastel de peregrino: almendra, manzana, azúcar y una pizca de canela se condensan en un bocado por el que iniciar cualquier camino.

ZOREDA. A poco más de 5 kilómetros del corazón de Oviedo, se esconde uno de sus secretos mejor guardados. El Bosque de la Zoreda, constituye la mayor reserva forestal atlántica del concejo de Oviedo y alberga 70 elementos histórico industriales, arqueológicos y etnográficos de gran interés, constituyendo un caso excepcional de bosque/jardín industrial, donde pueden observarse restos de bunkers, almacenes, estructuras de fabricación, hornos y polvorines. Buena parte del bosque, fue creado de forma artificial con grandes especies, para evitar la expansión de posibles explosiones. Relativamente olvidado, ahora se está recuperando e investigando. El hallazgo estrella en la Zoreda son los restos musterienses que podrían sugerir la presencia de población neandertal en la zona. Las piezas halladas son de hace más de 30.000 años y podrían pertenecer a un asentamiento neandertal. A falta de un estudio en profundidad, el descubrimiento ha generado unas expectativas importantes que tendrán que confirmar las nuevas pruebas. Junto a ellos, los aproximadamente 240.000 metros cuadrados de bosque albergan construcciones históricas que habían quedado en el olvido, además de robles, hayas y castaños que se entremezclan con las ardillas, corzos o jabalíes que habitan el bosque. Con el paso de los años, y tras el abandono de la fábrica de explosivos, la maleza ha ido ganado terreno, especialmente lejos de las vías hormigonadas que cruzan la zona. En el interior el acceso se ha ido complicando y eso ha provocado que, pese a la cercanía a la ciudad, las edificaciones hayan caído en el olvido.

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