La pareja, que se apoderó de la documentación del hombre y no le suministraba ni alimentos ni bebidas, se quedaba con todo el dinero recaudado por este.
Los medicamentos estaban guardados en el frigorífico de la cocina, sin las menores condiciones higiénico-sanitarias, junto con los alimentos. Ha sido detenida por los supuestos delitos de intrusismo profesional, lesiones y contra la salud pública.