Córcega es uno de los destinos mediterráneos menos conocidos y, sin embargo, de los más bellos e interesantes. Saint-Exupéry dijo de la isla: “El sol le hizo tanto el amor al mar que acabaron engendrando Córcega”. Pero no ha sido el único piropo que ha recibido la isla que vio nacer a Napoleón. Los griegos la llamaron ‘la sublime’ (Kallisté) y los franceses ‘Isla de belleza’ (Ile de Beauté) y también ‘la perla de Francia’. No son exageraciones ya que se trata de un increíble mosaico de paisajes naturales infinitos, diferentes los unos de los otros en la más pequeña de las grandes islas del Mediterráneo occidental.