Mediaset España ha comenzado a preparar la segunda edición de ‘Pesadilla en El Paraíso’, que contará con un nuevo trío de presentadores que se encargarán de narrar el día a día de los próximos protagonistas del reality: Carlos Sobera, Sandra Barneda y Nagore Robles.
Carlos Sobera estará al frente de las galas semanales de la nueva edición, en las que tendrán lugar acontecimientos clave en la mecánica del concurso, mientras que Sandra Barneda será la encargada de abordar la última hora de los participantes y analizar las situaciones más destacadas de su estancia en El Paraíso en los debates del formato.
De participante a presentadora de realities
Ambos conectarán en sus respectivos programas con Nagore Robles, que debutará como presentadora de un formato de telerrealidad desde Jimena de la Frontera, donde dirigirá los juegos que tendrán que afrontar los concursantes y ofrecerá de primera mano el relato de la convivencia de los protagonistas y sus esfuerzos por mejorar sus condiciones de vida en un entorno rural sin ningún tipo de comodidades.
Esta será la primera vez que podamos ver a la ex pareja en pantalla, y es que Sandra y Nagore rompieron hace unos meses para sorpresa de todos, de hecho, la también escritora y conductora de 'La isla de las tentaciones' tiene sus sentimientos a flor de piel, tal y como hemos podido comprobar durante la emisión del reality de parejas, donde se le han llegado a saltar las lágrimas en no pocas ocasiones. ¿Lograrán contenerse en su nueva aventura juntas? ¿Será aliciente suficiente para levantar las discretas audiencias de este programa de telerrealidad de Telecinco?
Sobre el dudoso casting y lo que tiene que hacer Mediaset
Mediaset España se encuentra actualmente en pleno proceso de casting para elegir a los concursantes famosos que protagonizarán la segunda edición del formato producido en colaboración con Fremantle.
De hecho, ya suenan algunos nombres que no voy a citar para no darles más alas, ya que aún no hay nada cerrado. Sin embargo, debemos de recordar a Mediaset, y en concreto a Telecinco, que sus realities antes servían de contenido al resto de programas, algo que logrará con un buen casting que no beba de personajes secundarios y que provoque la reacción del resto de la parrilla, que no ha hecho más que eludir la existencia de los últimos programas de telerrealidad de la casa.
Si Telecinco no para la guerra de productoras y van todas a una, para conseguir darle la vuelta a las audiencias apoyándose entre formatos y, en definitiva, entre compañeros, poco recorrido tiene ya la de Fuencarral en una televisión lineal cada vez más en decadencia.
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