Adiós a tradicional: Tokio inaugura el primer jardín digital
Hana Biyori es un jardín botánico de entretenimiento que se encuentra en un invernadero de 1.500 m2. Su distintivo con respecto al resto de invernaderos está claro: el arte digital.
Naturaleza, color y tecnología se unen para dar paso a una nueva era en la capital y conseguir que el visitante obtenga una auténtica experiencia. Este atractivo tokiota se localiza en Yomiuriland, el famoso parque de atracciones de Tokio que cuenta con más de 55 años de historia y con una gran variedad de oferta de ocio, tales como montañas rusas, piscinas e iluminación invernal, entre otras.
Una vez en el interior de Hana Biyori, el visitante se encuentra con más de 300 arañas florales, es decir, cestas de flores suspendidas en el aire, proclamándose como una de las mayores colecciones del área de Kantō, formada por Tokio y otras prefecturas. Estas son bonitas por sí mismas, pero Hana Biyori da un nuevo enfoque a la forma de admirarlas: apagando las luces y sumergiendo el invernadero en la oscuridad. Una proyección de mapping vanguardista ilumina las flores con colores vivos, mientras que los pájaros y los pétalos animados danzan por las paredes y el suelo. Se trata de la primera instalación permanente en Japón que combina flores naturales y la tecnología de proyección, así que es una experiencia que no se parece a nada que se haya visto antes.
Además, el invernadero posee una cafetería para disfrutar de su ambiente natural y relajado y sus grandes espacios, sin olvidar el acuario de ocho metros que recrea el fondo del mar. Como la naturaleza es uno de los pilares básicos sobre los que se sostiene, el visitante también puede encontrar un grupo reducido de nutrias al cuidado del personal de la instalación, y asistir a diversas charlas sobre el mamífero.
Al salir del jardín, el visitante se encuentra con un bello jardín japonés con puertas que en su día se alzaban en el exterior del Palacio Imperial de Kioto, así como una estatua budista reconocida como Patrimonio Cultural.