La mayoría absoluta del Partido Popular el 12 de marzo del 2000, donde un PSOE cuyo candidato, Joaquín Almunia, había perdido millón y medio de votos respecto a las anteriores elecciones...
Cuatro años antes, y 16 escaños, le hicieron dar un paso desconocido en los tiempos presentes: Presentó su dimisión y se retiró a la vida privada hasta que en el 2004 José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, lo nombró vicepresidente y responsable de la cartera de Competencia.
Hace pocos días, en una reunión de editores comenté a personas informadas como es que Pedro Sánchez, actual secretario socialista, no había seguido el ejemplo de Almunia después de haber perdido once escaños en las dos elecciones que ha intentado llegar a la Moncloa. La respuesta fue unánime: No puede dimitir, iría al paro...
Ósea, como Rodríguez Zapatero. Que estamos en manos de algunos políticos que, con carrera universitaria -hoy todo el mundo tiene carrera universitaria- sólo conocen la nómina del partido político al que acceden de joven y alguna que otra clase en la universidad para disimular. Y van subiendo escaños en el aparato del partido, que es el que pone y quita candidatos, puestos remunerados en ayuntamientos, diputaciones, Congreso, Senado...
Ahora me explicó el afán de pactar con Podemos que tras las elecciones de diciembre parecía empeñado el equipo de Pedro Sánchez. Daba la sensación de que querían pisar moqueta al precio que fuera para, de la mano de los seguidores del coletas, llegar a la Moncloa aunque sólo fuera un año y luego retirarse con los beneficios de ex-presidente: Sueldo vitalicio, secretaria, coche oficial, chófer, escoltas...
Son muchas las críticas que apuntan a que tenemos un ejército de políticos en cargos para los que no están nada preparados. Miles llegan al puesto sin haber tenido una responsabilidad anterior e incluso sin haber trabajado en nada. Vamos, que la primera nómina, como ha confesado recientemente más de un personaje, es la de concejal en el ayuntamiento de Madrid, de Barcelona...
Imagino que si están ahí es porque alguien les ha votado. Porque es lo que queremos. Como los ingleses, que ahora se tiran de los pelos después de haberle dado su bendición al Brexit. Muchos se desdicen, pero como en la Alemania de 1932, donde Adolf Hitler ganó las elecciones.
¿Quieres leer el artículo al completo? Accede a nuestro quiosco, desde donde podrás ver nuestra revista, navegar por nuestra hemeroteca y descargarte los números que quieras desde tu dispositivo Android, Apple o en nuestra biblioteca de Amazon. Descubre una nueva forma de acceder a los contenidos de Hora Punta, gratis y desde cualquier soporte digital. ¡No lo dudes y haz click aquí!