Frecuencia de las relaciones de pareja

Así la encuesta Durex de Bienestar Social, realizada en 26 países, arrojó resultados que alumbran algunos rincones del tema:

• El promedio es de 103 encuentros sexuales por año.
• Hay una mínina diferencia entre la frecuencia masculina (104 al año) y la femenina (101 al año).
• El 5% de los adultos tiene sexo todos los días.
• Uno de cada cinco adultos lo hace entre 3 y 4 veces a la semana.
• La franja de edad con más relaciones es entre los 35 y los 44 años: reconocen mantener unos 112 encuentros sexuales al año.

Las parejas no siempre son iguales, por lo que cada una de ellas debe definir su ritmo, frecuencia y duración de las mismas, por lo que la receta infalible no existe.

La frecuencia sexual es única para cada pareja, son ellos y solo ellos, quienes definirán su grado de cercanía sexual. No existe una "cuota coital" que garantice la satisfacción. Algunos errores que se pueden cometer son los siguientes:

• Definir la frecuencia sexual con base en lo que dicen los medios o aparece en los programas de televisión.
• Preguntar al vecino o al amigo, cuánto sexo tienen ellos y tratar de entrar en "competencia"
• Obligarse a hacer lo que esa misma pareja hacía en otro momento de la relación (las circunstancias cambian y el erotismo también).
• Intentar seguir los estándares internacionales, así como encuestas, promedios y estadísticas
• Angustiarse por el deseo del otro y no entablar comunicación. Sobre todo las mujeres suelen pensar que la caída de frecuencia sexual puede deberse a que el hombre ya no se siente atraído hacia ella. Antes de pensar por el otro, y si no están a gusto con la frecuencia de sus relaciones sexuales, habla con tu pareja.
• Ver el sexo como una meta estresante. Cuando tratas de tener sexo por deber, no se disfruta de la misma manera, mejor inventa cosas diferentes para activar el deseo.

La etiqueta de ser buen amante no tiene gran cosa que ver con hacer esto o aquello, sino con estar a gusto con lo que se hace, sentir y trasmitir lo que se siente, dialogar, llegar a acuerdos, aceptar cosas siempre que no nos dañen, entregarse al placer de uno mismo y no al placer del otro. Se puede hacer lo que a ambos les agrade. Dinamizar la relación sexual es deseable y muchas veces necesario, pero con convicción y con deseo.

“La pregunta no debería ser ¿cuánto es lo normal?, sino ¿estoy satisfecho con lo que tengo”.

“Durante la fase pasional, la frecuencia sexual de la pareja es dos o tres veces superior a la que tiene cuando se estabiliza. Una pareja estable de mediana edad, en una fase no pasional, tiene una normalidad estadística de una o dos veces por semana, pero esto es poco relevante. El buen acoplamiento sexual es más importante.

La sociedad occidental es asexuada, al menos en cuanto al número de relaciones sexuales. En promedio, las parejas mantienen dos a tres relaciones sexuales por semana, cifra que resulta pequeña en relación con las reportadas en otras culturas.

Muchas parejas se preguntan si una alta frecuencia de relaciones sexuales es dañina, si puede agotar, desgastar o enfermar el aparato sexual masculino o femenino.

Afortunadamente, la respuesta es negativa. El cuerpo humano está en capacidad de mantener varias relaciones sexuales por día durante largos períodos. Algunos datos indican que se pueden tener frecuencias sumamente altas, muy superiores a los diez coitos diarios.

Este dato resulta toda una sorpresa, porque siempre se ha creído que "si se hace mucho se acaba", y la verdad es totalmente diferente: cuantas más relaciones mantiene una pareja, más relaciones querrá tener.

El sexo no es como la alimentación, que cuando uno come se le quita el hambre. Aquí más bien funciona la regla del "quiero siempre más".

Recordemos que varias escuelas sexológicas han recomendado que todas las personas tengan al menos un orgasmo diario. Algunos psicólogos consideran que la privación y la baja actividad sexual predispone y precipita enfermedades mentales como la neurosis.

Ahora bien, debe tomarse en cuenta que, en nuestras sociedades, las personas cada vez cuentan con menos tiempo para dedicarlo a la sexualidad y a la intimidad en general.

Y, desgraciadamente, colocan la esfera de la sexualidad como última prioridad del día, y relegan el momento de la intimidad para la noche, cuando el cansancio y el sueño se adueñan del cuerpo.

Muchas parejas han logrado aumentar su frecuencia coital iniciando el día con una jocunda sesión sexual, y estas han encontrado que el sexo es una buena forma para empezar el día.

También, abundan las parejas que han descubierto que la actividad sexual, en vez de ser una obligación o una tarea extenuante, es un relajante natural que permite aliviar el estrés de esta vida tan alocada que llevamos hoy.

Probablemente, muchos problemas de insomnio se resolverían con una cucharadita de sexo antes de acostarse; y mucha de la irritabilidad en las mañanas cedería de manera significativa con un chapuzón de sexo antes de levantarse.

Solo queda que cada uno de vosotros os acopléis a la pareja y decidáis cual es el mejor momento, cuántas veces y cómo queréis mantener viva la pasión.

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